Juan Carlos Santórum ha sido hasta este lunes la asignatura pendiente para los efectivos de Policía Nacional que peinan sin descanso la ría de Arousa y los enclaves en los que el narcotráfico gallego sigue campando a sus anchas. 

Por fin, y a pesar de permanecer fugado desde abril, el gran capo gallego de la droga y máximo exponente del negocio en toda España, ha sido detenido hace menos de 24 horas en Pontevedra por agentes de la unidad GRECO Galicia tras un "seguimiento" que culminó con su detención "cuando salía de su domicilio de Vilanova de Arousa en un vehículo de alta gama, un Audi, acompañado de su mujer", cuentan a 20minutos efectivos de la Policía Nacional implicados en su detención.

Sensación de impunidad 

¿Cómo es posible que el mayor narco de España sea detenido saliendo de su casa en Galicia sin ningún temor aparente y a pesar de haber caído hace unos meses el principal topo de su organización: un agente del servicio aduanero de Vilagarcía de Arousa? 

Según fuentes de la investigación, el narco permanecía huido gracias a un "chivatazo", lo que le permitió eludir una primera detención. Registrada ya su vivienda en el pasado, todo hace pensar que Santórum se sentía impune, por lo que hacía incursiones a su domicilio sin esperar ser detenido. Y puede que sus movimientos tuvieran razón de ser.  

Al parecer, la información privilegiada que manejaba el capo procedía de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, según confirman a este diario, "estaban en nómina como integrantes de la organización". 

Sin ir más lejos, en estos momentos Santórum estaba en busca y captura por una condena previa por "revelación de secretos por tener bajo sueldo a agentes de la Guardia Civil", según remarcan las mismas fuentes. Esa fuga, que activó la bautizada como operación Pantin, ha culminado por fin con su detención y con su inminente ingreso en prisión, causa que instruye en estos momentos el Juzgado número 3 de Vigo.

Tras varios meses de pesquisas, los agentes decidieron poner fin a la operación debido "al movimiento mediático que estaba gestionando como estrategia su abogada", explican desde GRECO Galicia. 

Por este motivo, el lunes se inicia el seguimiento del vehículo que sale "a una gran velocidad" del domicilio de Vilanova y, tras detectar la presencia de los agentes, el seguimiento culmina en Pontevedra, a unos 30 kilómetros y donde finalmente se procede a su detención. 

Este martes, Santórum permanece en los calabozos de la Comisaría  a la espera de la decisión judicial que determine el ingreso en prisión para el cumplimiento de su condena previa.