Los inmigrantes pueblan el centro de Bilbao y así evitan generar guetos en la ciudad

  • Los 25.623 extranjeros de Bilbao ya suponen el 7,1% de la población.
  • Se extienden por Abando, Deusto...
  • El 95% llega con contrato "apalabrado".
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Inés Virian Arze, boliviana y empleada de hogar, sueña con ejercer de peluquera.
Inés Virian Arze, boliviana y empleada de hogar, sueña con ejercer de peluquera.
Inés Virian Arze, boliviana y empleada de hogar, sueña con ejercer de peluquera.
Sería una ilusión óptica, o peor, un prejuicio xenófobo. Pero los datos han hablado. Y han demostrado que en Bilbao no existe la concentración o guetización de la inmigración. Los 25.623 extranjeros que viven en la villa están muy repartidos por todos los barrios de la ciudad.

Por ejemplo, el 6% de los vecinos de Abando son inmigrantes. En este distrito habitan 3.098 de ellos. Y en Deusto, la población llegada de otros países supone el 6,7% (3.483 extranjeros).

En el conjunto de la ciudad, la población foránea alcanza el 7,1%, el doble que en 2004, según datos de 2008 elaborados por el Observatorio Vasco de la Inmigración, Ikuspegi.

Ahora bien, el distrito de Ibaiondo, compuesto por los barrios de Zabala, San Francisco y Bilbo La Vieja entre otros, sigue siendo el más multicultural. El 11,7% de su población es extranjera. En segundo lugar está Rekalde (8,6%).

El estudio de Ikuspegi derrumba otro cliché. El 95% de los inmigrantes que llegan a Bilbao tienen un contrato "apalabrado". "Eso de que la inmigración es desbaratada, con avalanchas, es falso", señaló Xavier Aierdi, coordinador del Observatorio.

Y llegan para satisfacer las necesidades laborales de la capital. "El nicho laboral ya no lo crea la industria bilbaína, sino los ciudadanos de clase media, que requieren servicios de cuidado y afecto", apunta Aierdi.

De hecho, el perfil del inmigrante en Bilbao es mujer, joven y empleada de hogar. Han ocupado los empleos vacantes una vez la mujer autóctona se han incorporado al mercado de trabajo. El 50,3% de los inmigrantes en la villa son mujeres.

Y otro cliché tirado abajo: la inmigración en Bilbao no es parasitaria. Por cada un inmigrante dependiente (estudiante o jubilado) hay cinco activos (trabajadores). En la población autóctona, ese ratio se convierte en un dependiente por cada dos activos.

Inés Virian Arze, empleada de hogar 

"Vine a Bilbao por una amiga"

"Marché de Bolivia hace tres años porque la empresa en la que trabajaba quebró por los bloqueos de los partidarios de Evo Morales. Una amiga me buscó trabajo en Bilbao. Hoy vivo en Sarriko y trabajo en Mungia, limpiando la casa de una señora muy buena. Vivo con mi esposo y tres hijos. Estoy muy a gusto, pero mi sueño sería estudiar peluquería en un futuro y trabajar de ello. Estudié Contabilidad".

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