Intentar alquilar una casa rural para pasar la Nochevieja a estas alturas era misión imposible hace sólo un año en Asturias. Lo habitual es que ya estuviera todo ocupado a mediados de noviembre. Sin embargo, la crisis está haciendo que este sector se resienta y por eso aún hay decenas de alojamientos disponibles para estas navidades. La ocupación rozará el 70%, según las previsiones del propio sector.

«Se está notando mucho el bajón. Antes nos alquilaban familias de toda España y ahora prácticamente sólo viene gente de Asturias o Galicia», comenta Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural. En su opinión, la baja ocupación no es porque no haya demanda, sino que «los clientes piden alojarse menos tiempo, uno o dos días solamente, y hay propietarios que así pierden dinero sólo calentando la casa antes», señala.

Los malos datos que prevé el sector ya se anticiparon tras el puente de la Constitución, donde la ocupación cayó un 20% con respecto al año anterior. «Ni siquiera se pareció a un puente. Los clientes alquilaron mayoritariamente por dos días, como un fin de semana cualquiera», indica Adriano.

El turismo rural sigue siendo una opción tan barata o tan cara como otras. A cada persona, un fin de semana completo le puede costar entre 70 y 120 euros. «Pasar la Nochevieja en la ciudad sale más caro», opina Adriano.

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