El valle del Tiétar, entre las provincias de Toledo y Ávila, es uno de los dos "puntos negros" para el águila imperial en España - el otro es Doñana- debido al uso de cebos envenenados pese a que es un hábitat muy óptimo para el rapaz, que, además, no carece de alimento en la zona.

Éste es uno de los motivos que ha movido a WWF/Adena a plantear una campaña de concienciación y recuperación de la especie en el valle del Tiétar, presentada hoy en Talavera de la Reina por el responsable y el técnico del Programa de Especies de la organización en España, Luis Suárez y Carlos Cano, respectivamente.

El águila imperial es una especie "prioritaria" para la organización desde hace años por las amenazas y el peligro de extinción al que llegó en la década de los setenta, cuando apenas se contabilizaban en España cincuenta parejas.

Sin embargo, en los últimos años la especie ha comenzado a recuperarse y actualmente hay más de 250 parejas "con una tendencia lenta pero constante" a aumentar.

Las excepciones al incremento son el parque andaluz de Doñana, que ahora no tiene más de nueve parejas, y el valle del Tiétar, que solamente tiene dos parejas, ambas en la provincia de Ávila y sólo una de ellas reproductora.

Las amenazas de las águilas

Las amenazas, en general, para el águila imperial son la escasez de alimento (el conejo de monte), la destrucción de su hábitat y la mortalidad de la especie por electrocuciones. También el uso ilegal de cebos envenenados, y éste precisamente es el motivo principal de desaparición en el Tiétar. Los cebos envenenados son un "método ilegal y delictivo", por lo que ha animado a aplicar "métodos alternativos" y legales, que existen.

Según datos de la organización, España tiene hábitat adecuado suficiente para acoger un millar de parejas de águila imperial en lugar de las algo más de 250 que tiene hoy.

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