Tras el aviso de un particular al 112, los agentes inspeccionaron y cerraron el local durante la madrugada, ya que en el interior estaban escasos centímetros unos de otros y muchos sin hacer uso de la mascarilla obligatoria, informa la Concejalía de Seguridad.
Se trata de una intervención conjunta de la Policía Nacional y Local de Alicante tras la que el establecimiento se enfrenta a una sanción grave de hasta 60.000 euros.
La intención del Ayuntamiento es seguir intensificado la vigilancia y los dispositivos. "No vamos a permitir ningún comportamiento irresponsable, vamos a ser muy estrictos con quienes incumplan la normativa de prevención sanitaria y de seguridad o tengan comportamientos irresponsables o insolidarios", ha aseverado el concejal José Ramón González.
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