Casi un tercio de los malagueños con alguna minusvalía no recibe ningún tipo de ayuda de la administración. Ni técnica, es decir, sillas de ruedas, grúas domésticas, camas articuladas o sube-escaleras. Tampoco asistencia a domicilio, o ambas prestaciones dependiendo de su minusvalía y situación familiar.

Así lo recoge la Encuesta sobre Discapacitados, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia de 2008, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) . En la provincia conviven 135.600 discapacitados, de los cuales 38.300 (el 28,2%) no percibe ninguna prestación.

Aunque la mayoría de quienes se quedan fuera de las ayudas estatales pueden valerse por sí solas, hay casi 9.000 que lo tienen difícil. Del total de discapacitados, el 75% (102.400) tiene dificultades para realizar actividades en su vida diaria y de éstos sólo 93.700 reciben ayudas.

La movilidad es el principal obstáculo al que se enfrentan, seguido de los problemas para desenvolverse en casa. De hecho, 74.900 (el 73%) padecen un grado de discapacidad entre severo y total.

Con menos de 65 años

El 48% de las personas con alguna discapacidad en la provincia tiene menos de 65 años, lo que suponen un total de 65.100. Entre 65 y 79 hay 43.000 y el resto, 27.400, supera los 80 años.

Un elemento a destacar es que seis de cada diez discapacitados son mujeres. Otro dato que incluye la encuesta del INE son los hogares de Málaga en los que vive algún minusválido. En 108.008 viviendas se convive con al menos una persona; en 13.300 con dos, y en otras 1.000 casas pueden residir más de tres.

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