Abel Hernández, que presentaba hoy su obra en el Palacio de la Audiencia, explicó que la localidad de Sarnago es la más “solitaria de la solitaria Soria” para, a continuación, dedicar a las gentes de Tierras Altas la obra. El escritor precisó que su libro está escrito con el corazón y confesó amar a Tierras Altas calificándola de comarca pobre y víctima del desamparado.

“No intento hacer política ni sociología, sino expresar con sentimiento las historias de aquel tiempo y aquel lugar para que los despojos de la civilización, el lenguaje, las palabras, el nombre de las cosas, las historias y las costumbres permanezcan y de alguna forma se recuperen”.

Asimismo, subrayó que el libro no es “localista” sino que aborda las memorias de su infancia que contrasta con la realidad actual. “Lo universal es lo local sin paredes. Quiero que mi libro no tenga paredes, que circule y que tenga valor universal y no sea refugio del localismo. Y si, además, contribuye a mejorar la situación de Tierras Altas se da "por satisfecho”.

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