"Nos parece muy apropiado que el Ayuntamiento de Zaragoza se sume a los homenajes en memoria de las víctimas de la pandemia, pero las creencias religiosas pertenecen al ámbito privado de las personas", ha explicado Bernal, que ha considerado que las instituciones, como representantes de toda la ciudadanía, "deben ceñirse a organizar o participar en actos laicos".

En este sentido, ha recordado el acto laico del pasado 27 de junio para homenajear de forma simultánea a las víctimas de la COVID-19 en los 731 municipios de Aragón y también el celebrado por el Estado el pasado 16 de julio en el Patio de Armas del Palacio Real.

Bernal ha estimado que el Arzobispado, "seguramente guiado por la mejor intención, oficia la misa por todos los fallecidos cuando, entre éstos es presumible que los haya de diferentes creencias, ateos y agnósticos". En su opinión, para respetar al resto de creencias, "debería oficiarla solo para los cristianos católicos".

Por su parte, la coordinadora del Rolde de Memoria Democrática y Laicismo de CHA, Mercedes Sánchez, ha considerado que una Administración pública "no puede invitar a un acto privado organizado por una institución ajena a lo público" y que, en todo caso, para no incurrir en un trato de favor, "correspondería mandar la invitación a la entidad organizadora del acto".