La 'parricida de Santomera', que estranguló a dos de sus hijos, sale de la cárcel "con mucha ilusión"

Francisca González, la 'parricida de Santomera', en una imagen de archivo durante su juicio, en octubre de 2003, en Murcia.
Francisca González, la 'parricida de Santomera', en una imagen de archivo durante su juicio, en octubre de 2003, en Murcia.
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Francisca González, la 'parricida de Santomera', en una imagen de archivo durante su juicio, en octubre de 2003, en Murcia.

Francisca González, la 'parricida de Santomera' (Murcia), ha salido de la cárcel después de cumplir 18 años en prisión de los 40 a los que fue condenada. Este caso estremeció a la opinión pública en 2002, cuando estranguló a sus dos hijos, de 4 y 6 años de edad, con el cable del cargador del móvil bajo los efectos de la cocaína, el alcohol y los fármacos.

Ahora, la parricida podrá buscar un empleo, pues de lunes a viernes no tiene que volver a la cárcel de Campos del Río, donde cumplía condena hasta ahora, sino que podrá dormir en el centro de inserción social Guillermo Miranda de Murcia y dispondrá de tiempo libre los fines de semana. 

González, que mantiene vínculos afectivos con su familia, ha podido salir de prisión gracias a su "buen comportamiento", las actividades en la cárcel y su actitud como una "persona modelo", según ha explicado su abogado, Melecio Castaño. El letrado ha apuntado que la intención de la parricida actualmente es "normalizar su vida" y afronta esta nueva etapa "con mucha ilusión", para "volver a ser ser una ciudadana más".

Castaño ha detallado que la mujer mantiene contacto con su hijo mayor, que sobrevivió al asesinato, y con "algún nieto".

González perpetró su crimen una noche en enero de 2002 en su domicilio de Santomera, Murcia. La mujer decidió vengarse de su marido a sus dos hijos menroes, Adrián y Francisco Miguel, estrangulándolos con el cable del cargador de su móvil.

La mujer se inventó una coartada, asistió al funeral de sus hijos, se mostró compungida e inventó una historia en la que un extraño había entrado en su casa y asesinado a los niños. Posteriormente, en el juicio, alegó no recordar nada y estar bajo los efectos de la cocaína y el alcohol. Pese a ello, un jurado la condenó a 40 años de prisión. 

Castaño ha defendido que González se encontraba entonces en una situación límite, como "mujer maltratada y adicta a diferentes sustancias, especialmente whisky y cocaína". "Producto de eso, una noche se le fue la cabeza", ha insistido el abogado, que ha recalcado que la mujer "no recuerda exactamente" los hechos.

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