El edificio conocido popularmente como el 'donuts', situado en el barrio de Valdebebas y única instalación que se llegó a levantar del fallido proyecto de la Ciudad de la Justicia, entrará en funcionamiento como sede del Instituto de Medicina Legal (IML) de Madrid este otoño, más de diez años después de su construcción.
Para hacer realidad la puesta en marcha, será fundamental un contrato de 4,3 millones de euros que aprobará este miércoles el Consejo de Gobierno de la Comunidad y que tiene como objetivo sufragar las obras de finalización del inmueble.
La previsión del Ejecutivo regional es que los trabajos, que se han ofertado a una decena de constructoras y que finalmente se han adjudicado a Dragados por el procedimiento de emergencia, se prologuen durante tres meses y medio y que en octubre el edificio pueda funcionar.
La puesta en marcha de esta instalación conllevará, por un lado, el abandono de la sede histórica del Instituto Anatómico Forense de la capital, situada en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Por otro, supondrá el relanzamiento del proyecto de reunificación de todas las sedes judiciales de la capital en un único lugar, lo que en un primer momento se llamó Ciudad de la Justicia y más tarde Campus de la Justicia.
El espaldarazo que recibió la Comunidad de Madrid el pasado marzo en forma de sentencia del Tribunal Supremo, un fallo que resolvió el último litigio que quedaba abierto en torno a los proyectos de reagrupación citados, permitió que el Gobierno que dirige Isabel Díaz Ayuso, y más concretamente la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas de Enrique López, se pusiera manos a la obra a diseñar otro nuevo plan en el mismo lugar, el barrio de Valdebebas.
Del futuro proyecto no han trascendido ni detalles arquitectónicos ni tampoco plazos o presupuesto. Lo más probable es que todas estas cuestiones se anuncien en un plazo breve de tiempo, pues el anhelo del consejero López pasa por comenzar a construir las sedes esta legislatura.
El IML será la perfecta punta de lanza de uno del futuro campus judicial de la capital española. "Queremos, de una vez por todas, y de la mano de todos los operadores que intervienen en la Administración de Justicia, modernizar el servicio que se ofrece a los madrileños y profesionales", destaca López.
De arquitectura vanguardista, el 'donuts' de Valdebebas tiene una superficie de 13.500 metros cuadrados repartidos en ocho plantas, dos de ellas subterráneas. La infraestructura, a pesar de haber estado varios años cerrada, está en "excelentes" condiciones de mantenimiento, según el consejero, lo que permitió habilitarla como morgue provisional en tiempo exprés durante las semanas más duras de la crisis sanitaria que aún perdura.
De acuerdo con el responsable de Justicia e Interior, el IML está llamado a convertirse en un edificio puntero en la disciplina forense a nivel europeo e, incluso, mundial. Dotado con 53 camas para autopsias y 225 depósitos para cadáveres, tendrá modernas instalaciones para realizar estudios toxicológicos, de antropología o de bioquímica, entre otros.
Además, contribuirá al carácter pionero de la instalación la puesta en marcha de una sala de bioseguridad para realizar exámenes post mortem vinculados a pandemias o enfermedades infecciosas, una necesidad que se ha hecho tangible con la pandemia actual. l
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