Mucho antes de ser "la mujer de Alberto Núñez Feijóo", Eva María Cárdenas ya era de esas personas que influyen en tu vida aunque no sepas quiénes son. Pero habrá que empezar por el principio, por cómo se conocieron ella y su marido y cómo han logrado en todos estos años pasar desapercibidos gracias a una discreción de la que no hace falta ni que hagan gala.

Nacida en 1965 y graduada en Económicas y Diseño Industrial de la Universidad de Santiago de Compostela, completó un máster de Administración y Dirección de Empresas que le abrió las puertas de Inditex en 2003, donde recaló tras haber sido una de las más importantes impulsoras de L'Oréal en España.

La empresa gallega la fichó para su sección de perfumería y la puso al frente de Zara Home. En sus años en el gigante, acabó siendo una de las personas de confianza más próximas a Pablo Isla, presidente del grupo textil, el cual ella llevó a ser pionero en el negocio online y referente en el sector, no solo siendo uno de los líderes en ventas sino abriendo numerosas tiendas dedicadas en exclusiva al hogar (en números, 590 tiendas en 75 mercados nuevos).

Sin embargo, su vida tiene que ver ya poco con todo aquello, a pesar de que guarda lazos importantes: ella y su marido acudieron a la boda de Marta Ortega, hija de Amancio Ortega, en lo que fue uno de los pocos actos, junto con los Premios Princesa de Asturias y la Gala Solidaria con fines benéficos, a los que asisten.

Lo más cercano con su antiguo trabajo es que, más allá de la residencia oficial de Monte Pío, en Santiago de Compostela, al ser Feijóo presidente de la Xunta, la familia tiene otra casa en la Urbanización Icaria, en Oleiros, que los medios locales suelen definir como una suerte de Wisteria Lane de la marca Inditex o incluso Zarápolis, porque multitud de directivos de la empresa viven allí, incluido Isla. También vive allí uno de sus hermanos.

Comienzos frente al mar

Fue en 2013 cuando comenzaron su relación la empresaria y Alberto Nuñez Feijóo. Él venía de una larga relación (13 años) con la periodista Carmen Gámir, conocida como Chinny, de chinita, en un mote con tintes racistas dados sus orígenes filipinos (antes, una soltería que le recriminó incluso Manuel Fraga) y ella ya tenía una hija, Gabriela, que ahora es mayor de edad y uno de sus principales apoyos, de una relación anterior.

Cómo se conocieron no es de dominio público, aunque hay quien dice que fue durante el verano, o bien en un vuelo o bien en una cena en Pontedeume, de donde procede la familia de la exdirectiva de Inditex, los Botas, que son de renombre en la zona.

La pareja fue vista aquel otoño paseando y, según numerosos testigos, intercambiándose arrumacos y carantoñas en los alrededores del puerto de Cedeira, en A Coruña. Esas muestras de cariño serían refrendadas después de una visita que hicieron al famoso restaurante Casa Marcelo, en la zona vieja de Santiago de Compostela.

No fue óbice la edad para que Cárdenas hiciese que el político del Partido Popular fuese padre primerizo a los 55 años el 15 de febrero de 2017, cuando nació Alberto Nuñez Jr. Ella tenía 51 años y ha preferido dejar que hablasen sus actos más que sus palabras contra los que que criticaron la maternidad tardía.

Porque solo un año después, en 2018, decidió dejar (muy arriba) la dirección de Zara Home -con un finiquito de dos millones de euros, según publicaron las crónicas-, y aunque se pensó que su idea pasaba por dedicarse, después de una vida enfocada al trabajo, a su familia, nada más lejos de la realidad: en marzo de 2019 daba el pistoletazo de salida a su nuevo proyecto empresarial: una agencia inmobiliaria junto a su hija.

Su nuevo negocio

Se trata de Niebla Azul, de la que ella misma desveló en declaraciones (de sus pocas entrevistas) a La Voz de Galicia que buscaba que fuera "un proyecto bonito, bien hecho y generador de empleo" y que estaría enfocada al alquiler. En un año de vida, ya tiene seis propiedades (cuatro inmuebles en A Coruña y un par en Oleiros).

Parte de su éxito se debe a que empezó realmente con mucha fuerza gracias a sus ampliaciones de capital. Empezó, como es preceptivo, con 3.000 euros, pero en apenas unas semanas Cárdenas sumó a esa cantidad 190.000 euros y en verano hubo otra mayor, invirtiendo en su empresa, dedicada a la adquisición o arrendamiento de inmuebles, así como a su promoción y rehabilitación, alrededor de 585.000 euros más.

De hecho, esto de la rehabilitación es algo que está practicando actualmente con una casa de los años 70 construida en piedra y situada sobre el mar de Moaña, en la comarca del Morrazo (Pontevedra). El político, cuyas propiedad y patrimonio son públicos debido a su cargo, también tiene otra finca en esa zona, así como una residencia en Vigo (con garaje) y una vivienda en Madrid, para sus viajes a la capital