Los conductores coruñeses no tienen que pagar peaje sólo cuando circulan por autopista. El centro de la ciudad ha vuelto a convertirse en territorio gorrilla, después de que desde hace pocos días una nueva oleada de ‘voluntarios para reservar una plaza de aparcamiento’ hayan retomado su actividad en la zona, sobre todo en el Paseo de Entrejardines.

Méndez Núñez se ha convertido en un punto donde encontrar un hueco, al margen del tiempo, sale casi por el doble de lo habitual –la tarifa de la ORA es de un euro por 60 minutos– contando con la ‘voluntad’ del peaje. Es decir, cuatro recados rápidos empiezan a no bajar de los dos euros.

Y, dependiendo del conductor, incluso de una cantidad mayor. «La verdad es que llevábamos mucho tiempo tranquilos, pero ya hemos recibido varias quejas de los residentes», asegura Juan Chas, presidente de la agrupación vecinal de La Marina.

Y ponerles coto parece complicado: «Los agentes sólo los pueden identificar porque se declaran insolventes», aseguran en el Ayuntamiento, que no contempla ninguna ordenanza específica contra los aparcacoches. Badajoz, donde la práctica supone hasta cinco meses de cárcel, Almería, Huelva, Alicante la tienen desde hace años. En Sevilla entró en vigor el pasado martes con multas de 120 euros.

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