El arbolado bilbaíno se somete a su particular operación anual de cirugía estética. Unos 10.000 árboles, de los 15.000 plantados en las aceras de Bilbao, pasarán por las cuchillas de la tijera y de las motosierras.

La poda, iniciada ya por los operarios de Obras y Servicios, se extenderá hasta febrero o marzo del próximo año, según explicaron ayer a este periódico fuentes del Área municipal de Obras y Servicios.

La poda es necesaria. Por el bien de los árboles "y de los vecinos". "Se podan muchos árboles porque nos lo piden los vecinos; porque las ramas les quitan luz o se les pueden meter por la venta", señalaron las mismas fuentes.

La campaña se desarrolla en estos momentos en cuatro de los ocho distritos de la ciudad, incluido el centro. Y para diciembre, las cuadrillas de jardineros habrán saneado la gran mayoría del arbolado de Bilbao, "el más pequeño y fácil de podar".

"Hay árboles más pequeños que se podan con pequeños andamios o con una plataforma móvil; y es fácil y rápido", dicen los responsables.

Aquí están incluidos muchos de los alibustres del Japón o tilos que decoran las calles de la ciudad. Sin embargo, hay otros ejemplares, como los plátanos, que son de mayor tamaño, lo que obliga a poner un andamiaje más complicado, como ocurre en Hurtado de Amezaga. "Cada día se pueden podar unos 30 pequeños árboles, pero sólo unos siete de los grandes», explican.

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