El Ayuntamiento de Barcelona ha licitado la instalación de 13 cámaras "de alta resolución" en Ciutat Vella a través del proyecto europeo Secur cities, pensado para mejorar la protección del espacio público ante amenazas terroristas u otros incidentes críticos. 

En rueda de prensa, el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, ha explicado que son cámaras de "reposición de tecnologías ya obsoletas" y que la renovación se empezó a activar a raíz de los atentados del 17 de agosto de 2017.

Además, ha negado que las que se quieren instalar hagan reconocimiento facial y ha destacado que el sistema de cámaras en el espacio público que hay en Barcelona es "lo más garantista de Europa".

De hecho Batlle ha recordado que cualquier cámara a la vía pública tiene que ser autorizada por la Comisión de Control de los Dispositivos de Videovigilancia de Cataluña, que según define la Generalitat tiene como finalidad "velar porque se garantice el derecho a la privacidad, intimidad y a la propia imagen de los ciudadanos que pueden resultar afectados por estos dispositivos de control".

Fuentes municipales reiteran que "en ningún caso" las cámaras tendrán la capacidad de reconocimiento facial, como publica 'La Directa', y afirman que es una "característica" que el Ayuntamiento no se ha planteado.

Las mismas fuentes indican que las nuevas cámaras aumentarán su campo de visión pasando de los 10 metros actuales a los 30 metros y en algunos puntos que ya tenían cámaras se instalarán más de una cámara para tener más ángulos. "En ningún caso se captan imágenes que no sean del espacio público", apuntan.

La presentación de ofertas para instalar las cámaras se cerró el 29 de mayo y el plazo de ejecución marcado es entre el 30 de junio y el 31 de diciembre. El coste total previsto de la mejora de la videovigilancia en diferentes puntos de Ciutat Vella es de 179.665 euros.