Las fuerzas se han quedado estancadas a la entrada del templo, cuyas puertas de hierro están siendo forzadas por los cerrajeros de la Policía, al tiempo que un vehículo antidisturbios echa agua sobre el tejado de la sinagoga, donde se han atrincherado numerosos colonos.

Asimismo, las fuerzas de seguridad intentan levantar con una grúa varios contenedores, en cuyo interior hay ocho policías antidisturbios, que serán elevados hasta el tejado de la sinagoga. Numerosas fuerzas policiales han logrado entrar en la sinagoga a través de las ventanas y fuentes de seguridad esperan que el lugar sea evacuado hoy.

También está previsto que los cientos de colonos concentrados en la sinagoga de Nevé Dekalim abandonen el templo hoy, según un acuerdo al que han llegado con el Ejército, informaron fuentes policiales.

Además, las fuerzas militares fueron recibidas en los asentamientos de Nétzer Jazani y Shirat Haiam a pedradas, con pintura e incendios por parte de los colonos y miembros del movimiento contrario a la evacuación, los "anarajados"

Sin embargo, en Neve Dekalim, donde se acantonaba el grueso de la resistencia, las negociaciones han dado su fruto.

"Lo queremos hacer lo más lentamente posible para evitar al máximo el uso de la fuerza", apuntó. Según el portavoz, paralelamente hay varias casas donde se encuentran grupos de entre 15 y 20 personas que el Ejército intenta evacuar.

"El Ejército ha decidido no llevar a cabo ninguna operación de evacuación en la franja de Gaza durante el 'sabat' (la jornada semanal de descanso que comienza el viernes por la noche y termina el sábado tras la puesta de sol) con lo que intentaremos terminar todo antes", apuntó Gottesmann.

"Tenemos suficientes autobuses para todos", dijo a pocos metros de la entrada de la sinagoga. Gottesmann afirmó que en Nevé Dekalim permanecen entre 1.000 y 2.000 personas de las 5.000 a 7.000 que estaban en el asentamiento cuando comenzó la evacuación de la franja de Gaza, el pasado día 15 de agosto.

Por su parte, Moti Oguev, un coronel en la reserva de unos 50 años y uno de los dirigentes del movimiento de colonos en Nevé Dekalim, afirmó que "el Ejército está bajo presión porque quería terminar con todo en un día y ya ha entrado en su segundo día de operaciones porque no se puede acabar con un asentamiento así en un día".

"El Ejército sabe que la mayoría de las familias se ha marchado y que por lo tanto ya hay menos gente", dijo en el patio del templo donde acababa de terminar de rezar. Oguev ya daba por hecha la evacuación de la sinagoga y la consiguiente destrucción del asentamiento. "Ahora rezamos para la reconstrucción de Nevé Dekalim", dijo.

Tras ser interpelado sobre la interpretación teológica de la retirada de Gaza para un movimiento que se considera elegido por Dios y que reivindica su derecho divino a ser amo en esta tierra, afirmó que "quizá no hemos sido suficientemente buenos. Es un momento de reflexión".

"No obstante, tras las dificultades uno se hace más fuerte", explicó. Reiteró que intentarán evitar por todos los medios la violencia, entre otras cosas para preservar la santidad del templo. Natanel Ishai, de Jerusalén y de 18 años, coincidió con Oguev en que no podían resistir la evacuación, pero para él es importante permanecer en la sinagoga hasta el último momento para demostrar la determinación del movimiento de colonos y su amor por "la tierra de Israel".

"No podemos abandonar la tierra de Israel, aunque sea peligroso permanecer en algunos lugares, porque así al final no podremos quedarnos en ningún sitio", dijo

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