La última entrega de MasterChef 8 comenzó con una prueba basada en el bath cooking, una técnica que tiene como propósito que el estrés de la vida diaria no implique una mala alimentación y que consiste en preparar, en una tarde o en una mañana, las comidas de toda la semana y congelarlas para preservar su estado idóneo.

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Para la ocasión, los aspirantes contaron con la compañía de Anabel Alonso y Bibiana Fernández, que fueron muy generosas animando a todos los concursantes. En la prueba y, tras escuchar unas críticas de sus compañeros, cada uno tuvo que cocinar con los productos que le eligió otro de los aspirantes.

Los que obtuvieron los mejores veredictos por parte del jurado fueron Ana, Andy y Juana. El abogado, además, obtuvo el dudoso premio de capitanear en la prueba por equipos, con algo que la diferenciaba de las anteriores: debía dirigir tanto el equipo rojo como el azul tras dividirlos él mismo por afinidades, según explicó.

Los concursantes acuden a Andy para que resuelva sus dudas

Desde que comenzó el reto, que se llevó a cabo en Gran Canaria, el equipo rojo, formado por Ana, Juana e Iván, le achacaba a Andy que no les daba directrices porque "quería favorecer al azul". Este último grupo, según mostraron las imágenes, tuvo la mayor parte del tiempo a Andy, pero porque, según dijo él mismo, "eran unos incompetentes". 

Finalmente, tanto los del equipo rojo como los del azul, formado por José Mari, Michael, Teresa y Luna, entraron en un bucle de gritos donde reclamaban la atención constante del capitán, que no daba a basto y comentó creer que ambos equipos lo estaban haciendo "por estrategia". En Twitter, la escena de las preguntas no pasó inadvertida, y algunos usuarios decidieron parodiarla: 

Finalmente, Andy fue relevado por unos jueces que consideraban que su labor estaba siendo insuficiente. Así, Pepe Rodríguez se puso al mando del equipo rojo y Jordi Cruz del azul. Entre tanto, mandaron a contar platos a un meditabundo Andy, que al acabar la prueba no obtuvo tregua excepto por Albert, que decidió disculparse por sus palabras durante la misma. 

Sin embargo, la actitud del catalán no tuvo muchos adeptos y, con todo, el trabajo de Andy no fue bien valorado. Tanto es así, que se ganó una gran reprimenda en la que el único que salió bien parado fue Michael, del que destacaron su buena actitud y consiguió librarse de la nominación.