Desmontan la muerte de Fernando el Católico por afrodisíacos

  • Dos investigadores aragoneses apuntan a un fallo cardíaco como la causa más probable de la defunción.
Estatua policromada de Fernando el Católico de la Capilla Real de Granada
Estatua policromada de Fernando el Católico de la Capilla Real de Granada
EUROPA PRESS
Estatua policromada de Fernando el Católico de la Capilla Real de Granada

Tras la muerte de Isabel la Católica en 1504, su marido, Fernando, tardó apenas un año en contraer matrimonio en segundas nupcias con la francesa Germana de Foix, sobrina del rey Luis XII. Con 53 años, el soberano aragonés se desposó con esta joven, de tan solo 18, y se vio obligado, según recoge la literatura histórica, a recurrir a diversos afrodisíacos para poder satisfacerla.

Durante siglos, se ha dado por buena la hipótesis de que fueron precisamente estos brebajes para mejorar la potencia sexual del monarca los que le produjeron la muerte a los 63 años tras deteriorarle la salud durante largo tiempo. Sin embargo, un par de investigadores han desmontado ahora esta teoría y apuestan por un fallo cardíaco como causa de la defunción de Fernando el Católico, según recoge Heraldo de Aragón.

Para llegar a esta conclusión, el historiador Jaime Elipe y la médica Beatriz Villagrasa han analizado el 'Epistolario' del humanista lombardo Pedro Mártir de Anglería, miembro activo de la corte desde 1487, para trazar un cuadro clínico de los últimos años de vida del soberano aragonés.

En estos documentos, el humanista italiano recoge que desde el 10 de marzo de 1513, el mismo en que Fernando el Católico cumplía 61 años, el monarca "nunca más volvió a sentirse en salud". Ocurrió después de que su joven esposa le proporcionase una mezcla afrodisíaca para lograr quedarse embarazada. El 23 de enero de 1516, el soberano falleció en Madrigalejo y su muerte se atribuyó al abuso de sustancias para mejorar la potencia sexual, como los testículos de toro o la cantaridina -obtenida de los escarabajos-.

Hasta ahora, nadie había cuestionado esta teoría. Sin embargo, estos dos aragoneses ponen en tela de juicio que sea la hipótesis adecuada en su publicación en la revista 'Studium. Revista de Humanidades', de la Universidad de Zaragoza.

Elipe y Villagrasa abordan en su estudio el desarrollo clínico de la enfermedad de Fernando el Católico y las hipótesis diagnósticas más plausibles. Así, hacen referencia a la disnea (dificultad respiratoria) que acompañó al monarca desde 1513 y su "terror a vivir bajo techado". Desde ese momento, el rey comenzó a sufrir un acusado deterioro físico, empeorado por dos de sus pasiones: la comida de caza y la reina. A estos problemas de salud se unieron meses después los edemas.

Todos estos síntomas, unidos a sus malos hábitos alimenticios, apuntan, según los investigadores, a que la muerte se produjo por un fallo cardíaco y no por el uso excesivo de afrodisíacos. Estos productos, si bien pueden resultar tóxicos, habrían provocado al soberano una muerte muy diferente de la que padeció.

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