Más de un millar de personas han recorrido este martes las calles entre Usera y Legazpi en homenaje a Carlos Palomino, el joven antifascista que fue asesinado en el Metro hace un año por un militar que acudía a una manifestación de Democracia Nacional.

La marcha transcurrió entre una calma tensa y bajo fuertes medidas de seguridad.

Los manfiestantes portaban antorchas y pancartas con el retrato del joven.

Los convocantes aseguran que el día que falleció nació un fuerte sentimiento de reafirmación total e inacabable "para luchar hasta morir con todas las fueras contra el fascismo y las injusticias".

Desde entonces el movimiento antifascista "está más unido y organizado que nunca".