El fiscal pide 8 años de cárcel y 40.000 euros de indemnización a la víctima para I.L.E., de 49 años de edad, acusado de un delito de violación que se habría producido en Puertollano (Ciudad Real) en mayo de 2007.

Por su parte, la acusación particular elevó su petición de pena a 10 años y a 60.000 euros la indemnización, mientras que la defensa del hombre pidió la libre absolución por entender que las relaciones fueron consentidas.

Los hechos se produjeron a partir de las 06.30 horas del día 13 de mayo de 2007, cuando el hombre y la mujer, de 24 años de edad, coincidieron en una zona de la ciudad cuando ambos, por separado, regresaban a sus casas después de haber estado en algunos locales de ocio.

Según la versión del hombre, cuando él circulaba por la calle vio a la mujer y le dijo que si quería subir y, para su sorpresa, ella se montó en el coche, que aparcó en una zona cercana, donde empezaron a acariciarse y a besarse.

Posteriormente, según relató, se fueron a las afueras de la ciudad y allí consumaron el acto sexual, dejando a la chica, sobre las 08.30 horas en le lugar de la población que ella le indicó.

LA VERSIÓN DE ELLA 

Por su parte, la mujer, que declaró como testigo protegido detrás un biombo, indicó que el hombre la abordó y la amenazó con una pistola para que subiera al coche diciéndole "vengo harto de coca y tengo ganas de follar".

Siempre bajo la amenaza, según contó, la llevó al descampado y la violó, pese a los requerimientos que ella le hacía para no le hiciera, dejándole después en la ciudad, nada más entrar en ella, porque así se lo pidió.

En la primera sesión de la vista oral, que continuará mañana, declararon una amiga de la mujer, una ex pareja y la pareja en el momento de los hechos, los cuales coincidieron en señalar que la víctima cambió su vida tras los sucesos.

A los dos chicos, nada más ocurrir los hechos, respectivamente, les llamó por teléfono y les mandó mensajes vía SMS, y ambos coincidieron en explicar la misma versión de los hechos que les había contado la chica, destacando su nerviosismo y sus lágrimas.

Asimismo, los dos chicos y la amiga consideraron que la víctima nunca se habría ido por su propia voluntad con un hombre al que no conocía.