A sus 35 años, y aunque haya tenido que posponer su boda con Orlando Bloom a causa del coronavirus, como tantas otras celebrities en todo el mundo, Katy Perry ha sufrido "oleadas de depresión" durante la crisis del coronavirus, tal y como ella misma reveló. Así que ahora necesitaba encontrarse deslumbrante. Y lo ha hecho. Literalmente.

La cantante de Hot N Cold o Roar, embarazada de una niña que nacerá presumiblemente a principios del próximo verano -y que ya le hace gestos a su madre en las ecografías-, ya se pone su ropa de premamá. Pero obviamente, siendo como es una estrella, no bastaba cualquier vestido.

La artista pensó que un buen motivo para el traje podría ser el lanzamiento del cohete Falcon 9, propiedad de SpaceX, el primer vuelo tripulado al espacio de la NASA en casi una década, y que estaba previsto para el pasado miércoles pero hubo de ser atrasado debido al mal tiempo.

Sin embargo, la también empresaria californiana no tuvo reparos en celebrar la fecha con un vestido de corte midi, plisado y laminado, de Balenciaga, en plateado y muy, muy resplandeciente, que cuesta alrededor de 4.400 dólares. Es decir, 3.950 euros.

Eso no es todo, porque la cantante quiso acompañar su atuendo y así arropar a su bebé con unos tacones metálicos a juego, así como unos llamativos pendientes, todo de la misma marca, y que costaban 865 y 495 dólares, respectivamente (1.220 euros en total).

Katy Perry está en Cabo Cañaveral, en Florida, desde donde se producirá el despegue porque será la presentadora de un programa previo explicativo y también a modo de concurso para Discovery y Science Channel, puesto que se trata de la primera misión tripulada de SpaceX.

En la publicación no se ha podido contener a responder Miranda Kerr, la exesposa y madre de Flynn Christopher, el primer hijo de Orlando Bloom, actual pareja de Katy Perry. "Preciosa mamá", le comentó en el post junto a varios emoticonos, dando buena cuenta de la buena amistad que hay en la familia.