Interior imputa desórdenes públicos a los siete detenidos en San Sebastián

Los siete detenidos ayer en los altercados ocurridos en San Sebastián, después de que Batasuna celebrara por la Parte Vieja de la ciudad la manifestación que había sido prohibida, tendrán que responder también a una acusación de participación en una protesta ilegal, ha informado el Departamento vasco de Interior.
Enfrentamientos entre la Ertzaintza y los manifestantes
Enfrentamientos entre la Ertzaintza y los manifestantes
Enfrentamientos entre la Ertzaintza y los manifestantes

Los arrestados continúan en dependencias policiales y probablemente no serán puestos aún a disposición judicial, como se había anunciado en un primer momento.

Están acusados de participar en estos incidentes, en los que los violentos arrojaron piedras a los agentes antidisturbios de la Ertzaintza, cortaron el tráfico de varias calles e incendiaron contenedores.

Durante los altercados resultaron heridas más de una decena de personas, de las cuales cinco fueron trasladadas a distintos centros sanitarios de la capital guipuzcoana.

El Departamento vasco de Interior precisó hoy que también tres agentes de la Ertzaintza fueron atendidos de contusiones en hospitales de San Sebastián, aunque todos fueron dados de alta ayer mismo.

Estas fuentes indicaron que los incidentes no volvieron a reproducirse durante la pasada madrugada, por lo que la ciudad disfruta en estos momentos con normalidad de la segunda jornada festiva de la Semana Grande donostiarra.

Elorza condena los incidentes

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, lamentó y denunció ayer "con toda dureza" los incidentes registrados en la capital guipuzcoana y aseguró que la ciudad "no se merece el desprecio de quienes utilizan" las calles "para fines de propaganda política" en el comienzo de Semana Grande.

Elorza lamentó en una rueda de prensa que la Semana Grande se inicie "en medio de una tarde triste y salpicada de incidentes" registrados después de que Batasuna celebrara por la Parte Vieja de la ciudad la manifestación que había prohibido el departamento vasco de Interior.

"Queremos tener la fiesta en paz. Tenemos derecho a la diversión y a la felicidad, sin ningún tipo de aguafiestas, sin violencia y sin provocaciones de ningún tipo", aseveró el primer edil.

El alcalde socialista, quien expresó su deseo de que la ciudad "recupere la normalidad" lo antes posible y "para siempre", pidió "ánimo y tranquilidad" a la ciudadanía para recuperar el "espíritu festivo" y disfrutar de la Semana Grande que comenzó el domingo. "Nos lo merecemos y nadie nos va a quitar nuestras fiestas por mucho que lo intente", concluyó Odón Elorza, quien por la tarde asistió a la tradicional Salve en la basílica de Santa María del Coro.

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