Según han detallado fuentes policiales, los hechos tuvieron lugar este viernes sobre las 16,30 horas, cuando una joven contactó telefónicamente con los agentes desde la zona de San Roque para alertar de que su hermano había comenzado a destrozar el domicilio en el que convivían.

Los policías que se desplazaron al lugar encontraron a la requiriente, una mujer de 30 años, mientras lloraba en el exterior del inmueble. Así, les explicó que su hermano había salido de prisión unos meses antes y que ella le había ofrecido instalarse en su domicilio dado que el carecía de una vivienda.

También señaló que el hecho de que este hombre no compartiese algunas de sus costumbres causaba que mantuviesen discusiones de modo habitual. Además, indicó que ese día la situación se había agravado y que el varón había golpeado una mesa de madera con superficie de cristal con unas pesas, lo que la fracturó.

Posteriormente, comenzó a golpear el resto del mobiliario, por lo que su hermana y otro hombre que la acompañaba abandonaron la vivienda ante el temor a ser agredidos.

Los agentes observaron desde el exterior que las ventanas y las persianas se encontraban fracturadas, aunque no se escuchaba ningún ruido procedente del interior del domicilio, donde la mujer explicó que se encontraba su hermano.

Así, los actuantes accedieron a la vivienda, donde comprobaron que el salón había sido destrozado y encontraron objetos, como mesas, sillas y aparatos electrónicos, tirados en el suelo. La rotura de las ventanas de la sala también había dejado varios cristales en la zona.

Además, los policías encontraron a un hombre sentado en la habitación mientras fumaba. Este varón explicó que, durante una discusión con su hermana, esta había hecho un comentario que había provocado que él perdiese el control. Por estos motivos, este hombre fue detenido por la supuesta comisión de un delito de violencia doméstica.