Las inmobiliarias viguesas que no han echado el cierre por la crisis logran subsistir gracias a los alquileres. Según los profesionales consultados, el arrendamiento supone el 90% de su negocio actual, aunque en volumen de ingresos un alquiler les beneficia mucho menos que una venta.

«No se vende prácticamente nada», aseguran en la Inmbobiliaria Amigo. Sin embargo, quienes tienen dinero para comprar consiguen grandes ofertas. El precio del metro cuadrado ha caído en el centro de Vigo hasta un 50% en los últimos tres años. «Ahora es posible comprar pisos de segunda mano, grandes, en el centro por 3.000 euros del metro cuadrado, cuando antes se llegaban a pedir 6.000», explica Carlos Vázquez.

Aunque en las inmboliarias de Vigo se hacen cada vez más rebajas, el problema es que los aspirantes a compradores no consiguen créditos para comprar. «Hoy el banco no da una hipoteca a una pareja de mileuristas», señalan los profesionales del sector.

Por eso, muchos recurren al alquiler. En este sentido, la oferta también ha aumentado, aunque los precios de las rentas apenas han variado en el último año. Quienes son más exigentes son los inquilinos que piden pisos en buenas condiciones porque tienen más donde escoger. Por su parte, los propietarios piden avales bancarios que les garanticen el cobro de las rentas.

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