Los hechos se produjeron cuando los agentes que realizaban labores de prevención fueron requeridos por un ciudadano, que les informó que en un domicilio de una urbanización se observaba a diario un gran trasiego de gente que pudiera ir a comprar algún tipo de sustancia estupefaciente, así como que los moradores, tres jóvenes, también utilizaban empresas de reparto de comida.

Los agentes fueron a comprobar las instalaciones de la urbanización y observaron a una persona con la mochila de una empresa de reparto de comida, conversando con dos jóvenes con un paquete envuelto en papel de regalo. Dado que los hechos encajaban con las informaciones recibidas, los policías se entrevistaron tanto con el repartidor como con los dos jóvenes, que se mostraron "muy nerviosos", explica la Jefatura Superior en un comunicado.

Los policías pidieron a los jóvenes que abrieran el paquete accediendo y comprobaron que se trataba de una bolsa de plástico con marihuana que, posteriormente, dio un peso de 220 gramos.

REGISTRO DOMICILIARIO

Los agentes, detuvieron a dos de estas personas y a una tercera que estaba dentro del domicilio, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. A uno de ellos le intervinieron 150 euros. Después, se hizo un registro domiciliario, en el que se intervinieron ocho plantas de marihuana y una báscula.

Los arrestados, solo uno con antecedentes policiales, tras ser oídos en declaración fueron puestos en libertad, no sin antes ser advertidos de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando para ello fuesen requeridos.

Estas actuaciones se encuadran dentro del dispositivo especial de prevención impulsado desde la Policía Nacional y diseñado para garantizar la seguridad ciudadana en aquellos establecimientos denominados esenciales, tales como supermercados, farmacias, estancos y demás, agrupando estos locales en zonas de vigilancia y en aquellos horarios más susceptibles de comisión delictiva durante el estado de alarma.