En una disposición, ha dicho que "teóricamente" en esa fecha habrá comenzado la segunda fase de la desescalada, con más garantías para evitar contagios, más tiempo para decidir los lugares de las celebraciones y con el aforo del 50% que facilitará el control de los fieles participantes.

El Obispado ha tomado esta decisión considerando que no se conoce con certeza cuándo se iniciará cada fase de desconfinamiento, que se debe facilitar que las personas mayores y en situación de riesgo puedan mantener las medidas de prevención en sus domicilios y que la situación sanitaria no es la misma en las diferentes comarcas de Girona.

También porque se prevén "muchas dificultades" para organizar la presencia de fieles a un tercio del aforo -como podría hacer en la fase 1-, la edad de un buen número de presbíteros y diáconos hace considerarlos personas de riesgo, que muchos son párrocos de diversas comunidades y deben desplazase y que es necesario tener los medios necesarios para cumplir las medidas de seguridad e higiene.

"Todos tenemos un gran deseo de retornar a las celebraciones comunitarias de nuestra fe", ha añadido, pero que es necesario velar con mucho cuidado y prudencia por la salud de las personas.