Y es que, a través de una carta remitida a la titular de Sanidad, Verónica Casado, el máximo órgano de representación del colectivo denuncia que en la actualidad no se han realizado pruebas a todas las enfermeras que han tenido contacto con personal positivo ni a las que han cambiado de actividad de zonas COVID a limpias, lo que está poniendo en riesgo tanto a las profesionales como a pacientes, así como a sus propias familias.

"Solo en la última semana, según los datos publicados en el portal de la Junta, el número de enfermeras contagiadas de nuestra Comunidad ha aumentado un 5%, con respecto a los de la semana pasada", lamenta.

Además, de las citadas pruebas PCR y serológicas, demanda la unificación de las medidas de protección individual y dotar a las enfermeras del material de protección adecuado. Al respecto, exige de una vez por todas el cese en la reutilización de batas y mascarillas, lo que pone en riesto a las profesionales que se ven obligadas a su uso.

En su plataforma reivindicativa incluye la publicación de los planes de contingencia de vuelta a la normalidad para que los profesionales sanitarios estén informados tanto de Atención Primaria como de Atención Especializada.

De hecho, se queja de que en los últimos días muchas enfermeras están viviendo cómo sus servicios vuelven a su actividad habitual, dejando de ser servicios COVID sin una previsión ni información suficiente.

El colectivo recuerda las desigualdades por parte de algunos Servicios de Prevención, que en un inicio negaron el acceso a los test de detección a las enfermeras en contacto o con síntomas, frente a lo ocurrido con otros profesionales, y que no fue hasta su denuncia pública cuando se vieron en la obligación de rectificar, así como la aplicación de un criterio común en las medidas de seguridad adecuadas para proteger al personal sanitario y dotar del equipamiento de protección adecuado en su lucha diaria contra la pandemia de la COVID-19.