Según el consistorio, "el saneamiento de las cuentas ha permitido seguir apostando por el gasto social, mantener la calidad de los servicios públicos, ejecutar nuevas inversiones y fomentar la actividad económica y el empleo, todo ello sin subir los impuestos".

Tal y como recogen los datos aportados por la entidad local a Europa Press, el gasto social por habitante en 2019 alcanzó los 644,22 euros, -un 8,6 por ciento más que en 2018, y las inversiones supusieron 1.003 euros de media por persona, un 6,3 por ciento más que en el ejercicio anterior.

Asimismo, ha cerrado las cuentas municipales con una capacidad de financiación generada, -lo que se conoce como superávit en términos de estabilidad presupuestaria-, de 1.479.305 euros, según sus datos.

En la misma nota de prensa, el ayuntamiento ha explicado que "ambas cifras son sensiblemente inferiores a las registradas en la liquidación correspondiente al ejercicio de 2018, principalmente por dos motivos".

Por un lado, debido a la rebaja del cinco por ciento sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la aplicación del criterio de caja a la hora de computar los derechos derivados de las transferencias recibidas por parte de otras administraciones; por otro, al aumento de la ejecución del presupuesto con casi 10,4 millones de euros en el gasto total y casi 8,9 millones de euros en el gasto no financiero, ha reseñado.

Ahora, la intención del ayuntamiento es destinar el superávit a financiar los gastos sociales que se deriven de la crisis asociada por la pandemia del COVID-19 y, "si la legislación lo permitiera, a actuaciones dirigidas a apoyar la reactivación de la economía local".

DEUDA

La ratio de endeudamiento, que es el parámetro que utiliza la ley para medir el nivel de endeudamiento de las corporaciones locales, se situó a 31 de diciembre de 2019 en el 33,73 por ciento con una cantidad de 50.097.064 euros, "casi cuatro puntos menos que en 2018".

En este contexto, ha resaltado que el capital vivo de deuda descendió en casi 6,7 millones de euros (un 12,05 por ciento) respecto al ejercicio anterior.

Además, el Ayuntamiento de Salamanca ha subrayado que "continúa pagando prácticamente al contado a sus proveedores, que en su mayoría son autónomos y pequeñas empresas".

En concreto, según sus datos, el consistorio salmantino pagó en 2019 a sus proveedores en un plazo medio de 11,97 días desde que se reconoció la factura, un tiempo que lo ha situado "entre las administraciones locales que mejor pagan a sus proveedores".