La inversión para la aplicación de este sistema de alimentación eléctrica esta en torno a los 6.000 euros y supone la colocación de un mueble paralelo para la instalación de las baterías, así como el cambio en la luminaria.

Según informó hoy el delegado de Gobernación, Francisco José Fernández, este proyecto garantiza que si se produce cualquier tipo de corte de energía o fluido eléctrico salten automáticamente dos grupos de baterías para que el regulador siga teniendo la energía necesaria.

"Esto permite que el consumo eléctrico sea diez veces inferior al consumo ordinario", señaló el delegado,"garantizando que la autonomía de este equipo esté en 4 horas de mantenimiento de suministro eléctrico".

Fernández afirmó que el objetivo de la Delegación de Gobernación es tener sustituido el 60% de los reguladores de toda la ciudad en dos años.