La situación de los ríos en Vigo deja mucho que desear. Los vertidos a la costa y los cauces fluviales se han triplicado en el último año. Así, mientras tanto en 2005 como en 2006 fueron 29 los vertidos detectados por la Policía Local, en 2007 la cifra se disparó a 91.

El río Lageres y el Eifonso son los dos principales puntos negros en materia medioambiental y a ellos llegan incluso enserres inservibles de empresas y particulares.

Según los ecologistas, los vertidos industriales son los que más dañan el ecosistema porque aunque duran escasas horas, sus efectos pueden ser «extremadamente graves».

Propuestas vecinales

Los vecinos entregaron al Concello a finales de septiembre un paquete de medidas para recuperar los ríos y el litoral vigués, entre las que proponían controlar los sistemas de depuración.

Los técnicos muncipales toman muestras de los vertidos que llegan al Lagares una vez por semana. En el último informe presentado propusieron para sanción a más de una veintena de empresas.

Cuestiones pendientes

El río Lagares, el punto que más padece las consecuencias de los vertidos en Vigo aún está pendiente de que se cumplan las promesas anunciadas por la Xunta y el Concello. En primer lugar, esta semana deberían comenzar los trabajos de limpieza de su cauce, así como el sellado de los focos de vertidos, según anunció el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez.

Además, tras el incendio de las naves de O Gorxal muchos de los patos, gansos y demás aves que vivían en el río fallecieron por lo que la administración anunció que se «mejorará el área del cauce», aunque no será necesario repoblar porque «la biodiversidad se recupera sola».

Para el disfrute de los vigueses está aún pendiente la construcción de un paseo a lo largo de todo el río Lagares. Mientras, los usuarios continúan caminando por senderos de tierra esquivando maleza y basura.

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