La familia que habitaba la casa Tangora de Getxo, y que presuntamente fue víctima de un delito de mobbing inmobiliario en 2003 y 2004, explicó este miércoles que sufrió "miedo constante por el hostigamiento" sufrido.

Las víctimas comparecieron en el juicio contra el empresario acusado de meter a una familia gitana en el primer piso de un palacete para expulsar al matrimonio y al hijo que vivían en la planta baja.

La mujer explicó que caían "ríos de agua por el techo", que rompían sus coches, que tiraban al jardín basura, jeringuillas... Tuvo que tomar antidepresivos y ansiolíticos. La familia lo achaca a una "trama premeditada" del acusado.

El fiscal pide un año y nueve meses de cárcel para el acusado. Éste aseguró en el juicio que tan sólo trató de "ayudar" a una familia gitana desamparada. Los miembros de esta familia se enfrentan a penas diversas por amenazas, robos, allanamiento de morada...

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