Tanto desde FADE, en línea con las grandes patronales CEOE y Cepyme, advierten que, a la espera de poder conocer todos los detalles, no van en la dirección correcta. "Muy al contrario, serán perjudiciales para el equilibrio económico, la salud de las cuentas públicas, aumentando considerablemente el déficit, y reducirán de forma importante la confianza de los inversores, que son fundamentales para la estabilidad financiera y la recuperación económica de este país", han advertido.

Además, a través de una nota de prensa dicen que cuando un gran número de empresas, especialmente pymes y autónomos, están luchando para evitar el cierre en un contexto que ya se anuncia de recesión mundial, no es de recibo que el Gobierno "trate de arrojar sospechas y desconfianza" sobre el empresariado. "Creemos que precisamente en estos momentos la situación lo que requiere son esfuerzos conjuntos y unidad de acción", señalan desde FADE.