El barco-clínica de la organización holandesa pro aborto "Women on Waves" llegará este jueves a aguas internacionales próximas a Valencia, donde permanecerá cinco días para ofrecer atención e información médica gratuita, anunció esa fundación sin ánimo de lucro.

"Women on Waves" (Mujeres sobre las olas) especificó que su llegada a aguas próximas a España responde a la invitación de "más de 30 organizaciones" españolas que reivindican, con la presencia del barco holandés, que el aborto se considere "un proceso médico regular", que como tal sea cubierto por la Seguridad Social y que se deje de "criminalizar" a las mujeres y médicos que lo practican.

En España es legal abortar en el caso de que el embarazo perjudique psíquicamente a la mujer y en casos de malformaciones del feto o de violaciones. Según cifras de "Woman on Waves" en España se realizan anualmente 100.000 abortos a mujeres para las que el embarazo supone un perjuicio mental, según dictamen de un psicólogo.

La Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos y HazteOir se mostraron contrarios a la iniciativa por la que una organización no gubernamental holandesa realizará este viernes, partiendo de Valencia en un barco, los tres primeros abortos en aguas internacionales. Desde Hazteoir demandaron además a la alcaldesa de Valencia, Rira Barberá, que impida a la embarcación el acceso al puerto de este ciudad, ya que consideran que la idea está financiada por "la industria del aborto" y busca "delinquir" para "hacer negocio".

Así opinó el presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos, José María Simón, para quien esta iniciativa es parte de lo que denomina "la industria del aborto", un "mercado" que, a su juicio, acabará siendo "como el tráfico de esclavos: barcos, dinero y poca transparencia".

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, consideró hoy que el barco abortista de la organización no gubernamental holandesa 'Women on Waves', que partirá desde la capital valenciana para realizar el viernes los tres primeros abortos en aguas internacionales bajo el "pabellón jurídico holandés", es una "provocación" que produce "indignación".

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