Hasta el momento, el cierre de los establecimientos turísticos en Canarias se han realizado de forma escalonada, si bien para la entrada en vigor de esta orden se da un plazo máximo de siete días naturales para que salgan los últimos huéspedes, según informó el Ejecutivo autonómico en nota de prensa.

Turismo de Islas Canarias recomienda, en estas informaciones, que las personas que deban regresar a casa contacten con sus embajadas o consulados para que les ayuden a resolver su situación personal. En concreto, este mensaje se está difundiendo en Facebook e Instagram en ocho idiomas (inglés, alemán, italiano, francés, noruego, neerlandés, sueco y polaco).

Al respecto, indican que gracias a la tecnología de segmentación que ofrecen las plataformas online, la acción impactará en los turistas que están ahora mismo en Canarias y que proceden de Reino Unido, Irlanda, Alemania, Austria, Suiza, Italia, Noruega, Suecia, Bélgica, Holanda, Francia y Polonia.

De todos modos, se han elaborado carteles para instalar en todos los establecimientos turísticos avisando del cierre inminente del alojamiento. Actualmente se estima que en el archipiélago hay unos 80.000 turistas, que deben regresar a sus países de origen antes de que se haga efectivo el cese de la actividad turística y a lo largo del día de hoy se calcula que puedan hacerlo unas 30.000 personas para lo que las aerolíneas están desarrollando operaciones de repatriación.

La orden del Ministerio de Sanidad especifica que a partir del jueves 26 de marzo, todos los hoteles y alojamientos similares, alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia, campings, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares, ubicados en cualquier parte del territorio nacional, deberán suspender la apertura al público como una medida más para proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, contener la progresión del coronavirus y reforzar el sistema de salud pública.

Todo ello, porque según recoge la orden, la concentración de personas en alojamientos turísticos comparten determinados espacios comunes, implica un incremento del riesgo de contagio por lo que resulta necesario suspender su actividad para garantizar la contención de la pandemia.