Las reformas y obras en la vivienda pueden suponer un gran gasto para la economía doméstica. Así, se podía desgravar una parte de esta cantidad en la Declaración de la Renta.
Sin embargo, esta deducción quedó suprimida desde el 1 de enero de 2013, aplicándose desde entonces un periodo de transición para algunos contribuyentes que podrán seguir beneficiándose de esta deducción si cumplen unos requisitos.
¿Quiénes se pueden deducir las reformas del hogar?
En principio, solo pueden deducirse las inversiones en la vivienda habitual aquellos contribuyentes que ya venían haciéndolo con anterioridad al 1 de enero de 2013. A partir de esta fecha, solo quienes hayan adquirido una vivienda habitual o hayan invertido en la construcción de la misma con anterioridad a esa fecha, podrán deducirse.
La Agencia Tributaria establece también que aquellos que hayan hecho la reforma antes del 1 de enero del 2013 también podrán deducirse, siempre y cuando, las obras terminasen antes del 2017. Lo mismo sucede con las obras para la adecuación de la vivienda a personas con discapacidad.
Así, para aplicar esta deducción en el periodo transitorio es necesario que los contribuyentes hubieran aplicado la deducción en el 2012 o años anteriores.
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