Cada vez son más palpables los efectos del cambio climático. Algunas aves cambian sus rutas migratorias y otras, se pierden. Un grupo de pingüinos se desorientó buscando comida y apareció en Brasil. Son en total 150 pingüinos que dejan atrás el viaje más largo y duro de su vida, el que, seguro, desean olvidar.

Explican los expertos que hace unas semanas emprendieron su habitual migración desde el Estrecho de Magallanes hacia el norte en busca de comida. No la encontraron.

Unas corrientes desconocidas les empujaron hacia bruscos cambios de temperatura y una polución humana letal, manchas de fuel que acabaron con muchos de ellos e hicieron enfermar a otros. La pesadilla terminó en un zoo de Río de Janeiro. Un grupo de biólogos brasileños han sido sus héroes. Aquí han curado sus heridas, les han vacunado y enviado de regreso a la gélida, y para ellos paradisíaca, Patagonia.