Los conductores de los autobuses públicos de la capital deberán parar para orinar

  • La empresa instalará los nuevos urinarios en mitad de los recorridos.
  • Esa ubicación "nos obligaría a dejar a los viajeros esperando".
  • El comité de empresa critican la reducción de servicios.
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A veces es peor el remedio que la enfermedad. Si hace unos meses los conductores del servicio de transporte público de la capital granadina denunciaban "no tener dónde orinar" durante la jornada laboral, ahora la solución propuesta por la empresa Rober ha provocado el rechazo de los empleados.

Y es que según denuncia el presidente del comité de empresa, Ángel Aliaga, los conductores se verán obligados a parar "en mitad del recorrido y con los viajeros dentro" cuando tengan la vejiga llena, ya que "no han tenido otra cosa que instalar los nuevos urinarios en mitad del trayecto", con lo que "crean un problema para solucionar otro".

A juicio de Aliaga, la ubicación de los nuevos urinarios (se sumarán siete a los cinco que ya hay" responde a "criterios económicos, ya que al instalarlos en mitad de los recorridos, donde confluyen varias líneas, se ahorran poner más servicios".

La empresa no ha reforzado las líneas afectadas por el metro como prometió

El comité de empresa había solicitado que se instalasen al principio de cada cabecera "para que ningún conductor tenga que interrumpir el viaje con los usuarios dentro, ¿te imaginas la que se podría montar?, exclama el representante de los trabajadores de Rober.

Por otra parte, el comité de empresa denuncia la reducción de servicios en, al menos, nueve de las 20 líneas de Rober (en la 1, 4, 3, 9, 21, entre otras), además del "incumplimiento" por parte de la empresa" de reforzar las cabeceras que se viesen afectadas por las obras del metro.

Como sardinas

"No sólo no se ha hecho, sino que encima quitan autobuses en horas punta, dejando a la gente tirada en las paradas u obligándolas a viajar como sardinas en lata", lamentan los trabajadores.

Según Aliaga, "la merma de la calidad" en el servicio que presta a Rober responde a una "orden expresa del Ayuntamiento", que paga a la concesionaria por kilómetros recorridos" y no por viajeros, como debería ser". "Al final, los usuarios son los que pagan el peaje", lamenta.

Sin ir más lejos, este mediodía pasaban los autobuses llenos por Gran Vía, en pleno centro de la ciudad, dejando a la gente en las paradas, muchos turistas.

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