En declaraciones a la prensa, el regidor vallisoletano ha valorado la decisión en el momento en que se conocía durante una entrevista que concedía en la mañana de este viernes el prelado a varios medios de comunicación.

"Entiendo perfectamente la medida, me sabe tan mal como al que más, pero es plenamente coherente con las medidas", ha explicado Óscar Puente, que ha reflexionado que "la vida ya no es normal" debido al coronavirus, pues ya se han cerrado las escuelas o los centros cívicos.

El regidor se ha mostrado comprensivo con la situación, ya que es "muy triste para la gente que se prepara la Semana Santa todo el año con una enorme fe e intensidad", por lo que considera "lógico" que esto ocasione un grave disgusto.

El alcalde ha destacado también que el contacto que ha mantenido en los últimos días con las cofradías de Valladolid, en las que ha observado "sentido común" y "absoluta corresponsabilidad con la sociedad".

Por otro lado, ante el dato que ha aportado la Junta de Castilla y León sobre el impacto económico que puede tener en la Comunidad la suspensión de las procesiones -unos 68 millones de euros-, Puente ha considerado que le parece "poco" por lo que conlleva y representa este evento en ciudades como Valladolid.

Ante la repercusión económica que puede tener la situación, el regidor ha apostado por centrarse ahora en las medidas que se deben adoptar "hacia adelante" y, cuando haya pasado la crisis "mirar hacia atrás, ver los daños causados y estudiar cómo ayudar a paliarlos".