Mucho zumo y poca fritanga: los trucos de belleza de Carmen Lomana a sus 70 años

Carmen Lomana, en un evento en julio de 2019.
Carmen Lomana, en un evento en julio de 2019.
GTRES
Carmen Lomana, en un evento en julio de 2019.

Tal y como ya le ocurrió el año pasado, la televisiva Carmen Lomana ha vuelto a equivocarse y reincidir este año en que no celebraría el Día de la Mujer Trabajadora hasta que no existiese el Día del Hombre, cuando este es el 19 de noviembre. Sin embargo, de lo que sí sabe mucho la aristócrata es de cuidarse y mantenerse a sus 70 años. Y ha compartido varios trucos de belleza.

Hay que tener en cuenta su posición social y su valor adquisitivo, pero lo que cuenta en el sexto capítulo de su libro Cuestión de actitud, que acaba de sacar al mercado recientemente, está poco más o menos al alcance de cualquiera que quiera verse con unos resultados similares a los obtenidos por la socialité en todo este tiempo.

Y seguro que el leit motiv de su ejemplo lo hemos escuchado en alguna ocasión de nuestras madres, abuelas, abuelos, etc...: "Somos lo que comemos". Y con esa verdad universal (que también propugna, verbigracia, la Doctora Nigma Talib, quien tiene pacientes famosas como Penélope Cruz, Sienna Miller, Gwyneth Paltrow, Rosie Huntington-Whiteley o Kate Bosworth) Lomana tiene un idilio y un día a día que sigue con disciplina espartana.

Según ella, en su casa, en el día a día, no toman jamás "ni grasas, ni dulces" -aunque desvela algún caprichito como una pequeña onza de chocolate tras el almuerzo o en la merienda, para no lelgar con demasiada hambre a la cena- e incide en que "por supuesto" eliminan radicalmente "el alcohol" de la dieta que llevan y obedecen a pies juntillas.

Además, en un momento dado del libro afirma que otra de las pautas necesarias para conseguir estar como ella es la justa medida de las cosas. "Yo toda mi vida he comido bien, pero siempre pocas cantidades", sostiene la televisiva, que es de las que se levanta de la mesa con un poco de hambre.

La propia Lomana conoec sus limitaciones y tampoco pretende sentar cátedra pues no es nutricionista, sino que comparte lo que a ella le ha funcionado a lo largo de sus años de experiencia, tanto practicándolo como escuchando a quienes saben, de forma que no es ajena a la tremenda importancia del desayuno en la dieta.

Por eso siempre acompaña con un zumo (que puede estar hecho a base de apio, jengibre, pepino, naranja o piña) y una tajada de sandía -por el agua y la fibra que contiene- su tostada de pan integral "con mermelada diet y huevos revueltos", que le proveen de proteínas e hidratos, aunque reconoce que antes que las yemas es más de claras, que tienen menos grasas.

Afirma no comer mamíferos, que le sientan mal y, de paso, le ayuda a huir "de la grasa, que es lo que nos hace engordar". Y en este sentido, por supuestísimo, se niega en rotundo a comer nada parecido a la fritanga. "Yo intento no tomar este tipo de grasas. Procuro cocinarlo todo al vapor", sentencia, tal y como demostró entre los fogones de Masterchef Celebrity.

Por último, al hablar de la cena, que ella realiza entre las siete y las ocho de la tarde, con un horario muy europeo, Lomana no tiene problemas en asimilar que no son muy copiosas pero que abunda la fruta y, si luego le entra hambre, leche con galletas. Esto suele ocurrir porque va cenada a los eventos a los que está invitada, dada su apretada agenda.

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