“Tenemos una situación complicada pero no es grave. Requiere una serie de medidas porque no hay precedentes y esto exige trabajar mucho”, comentaba esta mañana el presidente de PIMEC, Josep González. El Observatori de la PIMEC ha realizado una encuesta a 1.088 empresas catalanas para sondear el impacto que la situación del Covid-19 está teniendo en las pymes y autónomos.

“Tenemos una estimación de impacto económico que, aunque puede variar, proyecta una bajada de ingresos de entre 71 y 108 millones de euros diarios en cuanto a pymes y autónomos”, indica el gerente del área institucional de PIMEC, Àngel Hermosilla. También se calcula una pérdida de ingresos de unos 2.769 y 4.212 millones de euros entre el 1 de febrero y el 10 marzo y de 6.390 a 9.720 millones de euros en el plazo de 3 meses. Todo esto puede repercutir en un impacto en el PIB catalán del 1,3 al 2%.

Un 35% de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos han visto afectada la actividad. Se estima una afectación de un 10 a 15% de media. Destacan, entre estas, las del sector servicios con la anulación de reservas y las del sector de industria por logística. “Lo que sí vemos es que el problema es mayor cuanto mayor es la empresa”, analizaba Àngel Hermosilla.

El 82% de los empresarios no experimentan complicaciones en la tesorería, aunque entre los restantes afectados, destacan en un 41% las empresas del sector de hotelería y restauración.

Stocks y modelo de empresa

“La experiencia de este virus también nos hace ver que una producción quizá no debe basarse en piezas de un país tan lejano. Hay que tener planes alternativos de contingencia, no para que venga otro virus, sino por tener medidas alternativas”, detalla Josep González.

A pesar de esto, en la encuesta presentada, un 72% de los empresarios consultados afirman no tener problemas de aprovisionamiento y un 76% reconoce que no se plantea un peligro de ruptura de stock. “Un 21% de las empresas sufre un aumento en los costes y el sector industrial es el que más lo nota”, añade Àngel Hermosilla.

Previsiones de afectación

Un 66% prevé que aumente la afectación próximamente y un 36% de empresas sitúa esta acentuación en los próximos 5 meses. Por sectores, de nuevo la hostelería destaca como los que más se preocupan, en un 85%, seguidos en un 73% por las empresas de logística.

Los pensamientos de los empresarios se concentran en la futura reducción de ventas o la anulación de reservas y la falta de aprovisionamientos de materiales y componentes. También el aumento de las bajas laborales copa el tema de previsión de impacto. Sin embargo, las compañías no piensan en tomar medidas excepcionales y son tan solo un 24% las que piensa en el teletrabajo.

Los protocolos en las empresas

Los comerciantes catalanes no han experimentado un repunte de las bajas laborales ni un deterioro del clima laboral, aunque sí que han tomado la decisión de anular viajes. Casi un 57% de las empresas han cancelado viajes previstos y un 60% sufren la anulación de visitas agendadas de clientes o proveedores.

Los pequeños y medianos empresarios y autónomos conocen el protocolo básico de actuación en un 87%, recomendado por las autoridades públicas. Un 80% asegura que lo está aplicando y un 42% ya ha implementado nuevas pautas de higiene. Sin embargo, esta situación también implica que son la mayoría los que no han cambiado sus procesos de higiene: un 58% no ha cambiado sus protocolos. Un 22% de las encuestas respondidas muestran la previsión de implementar el teletrabajo en las empresas en las que es posible.

Propuesta de medidas a las instituciones

“Creemos que en el tema laboral hay que tener comprensión si, dada la situación, las empresas tienen que abrir expedientes de regulación. Entendemos que, con una situación demostrada, pueden llegar los ERO y la decisión es urgente. Pedimos que se analice rápido y hacerlo, si procede”, cuenta Josep González.

Y continúa: “Debería haber una congelación, por 12 meses, de las tasas que tendrían que subirse este año. Ante esta situación excepcional, pedimos una congelación temporal”. “Además, podría volver a instalarse el IVA de caja, para que las empresas no tengan que adelantarlo sin haber cobrado las facturas”.

Proponen también medidas de inyección de liquidación si llega a haber problemas de tesorería por el Covid-19 y mayor compromiso de las administraciones y entidades financieras.