Hace unos días tuvimos que preparar una tarta de cumpleaños para el pequeñín de la familia, que tiene una alergia importante a la proteína de la leche. Después de darle unas vueltas, decidimos hacer este carrot cake que no lleva ningún lácteo en la masa del bizcocho. El problema era el frosting. No podíamos preparar el que usamos en la receta y tampoco el frosting clásico con base de queso crema. Finalmente encontramos la solución con este frosting vegano de anacardos que quedó muy bueno.
Podríamos usar otros frutos secos, pero los anacardos se trituran muy bien y tienen un sabor bastante suave y neutro, por eso son perfectos para hacer una crema dulce que no quite protagonismo al resto de la tarta. Los anacardos se dejan unas horas en agua para que se ablanden y de esta forma podremos triturarlos incluso con la batidora de mano.
Si vamos a utilizarlo para cupcakes con manga pastelera podemos dejar una pasta más espesa para mantener la forma y textura. Por el contrario, si solo queremos untarlo sobre un bizcocho, lo haremos algo más líquido añadiendo leche vegetal. Una buena solución para rellenar y decorar tartas con un frosting que puedan comer sin ningún problema personas veganas o con intolerancias y alergias reales a los lácteos.
Ingredientes
- 250 gr. de anacardos crudos y sin sal
- 100-150 ml. de leche vegetal (nosotros usamos de almendra)
- 30 gr. de canela en polvo
- 50 gr. de azúcar glas o sirope de agave
Información práctica
- Tiempo de elaboración: 10 minutos + 4 horas de remojo.
- Kcal. 570 por 100 gr. aprox.
Elaboración
- Dejamos los anacardos en un tupper con agua durante 4-8horas.
- Pasado ese tiempo los enjuagamos en agua y escurrimos.
- Ponemos los anacardos en el vaso de la batidora o robot de cocina.
- Añadimos el azúcar, la canela y la mitad de la leche vegetal.
- Trituramos a máxima potencia e intervalos de 30 segundos hasta conseguir una pasta. Añadimos más leche teniendo en cuenta si queremos una crema más líquida o más espesa.
- Seguimos triturando hasta conseguir la textura deseada.
- Pasamos la crema a un cazo y calentamos hasta que empiece a hervir, removiendo para que no se pegue. Apagamos el fuego y dejamos templar.
- Rellenamos la tarta o los cupcakes mientras la crema aún esté templada porque una vez fría será más difícil de untar. Puede aguantar 2-3 días en el frigorífico.
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