Según ha informado la Benemérita, los estafadores usurpaban perfiles de internet con buena reputación en una web de compraventa y ofertaban productos que no existían y que, por tanto, no enviaban a los compradores cuando éstos adquirían la mercancía. Los agentes han localizado, por el momento, a 129 víctimas de 12 países diferentes, entre los que se encuentran 17 españoles.

La operación, denominada Ibersan, se inició en mayo de 2016 tras una denuncia interpuesta en la localidad zaragozana de Tauste, en la que se informaba de transferencias económicas sospechosas procedentes de varios países a varias cuentas españolas y recogía reclamaciones de bancos extranjeros por estas transacciones.

De esta manera, los investigadores pudieron localizar a ocho personas, de nacionalidad rumana, como presuntos responsables de las estafas y que actuaban de manera coordinada desde diferentes países de la Unión Europea.

Los componentes de esta organización criminal habían abierto un total de 38 cuentas bancarias en entidades financieras de Hungría, Italia, Dinamarca, España y Polonia, donde recibían las transferencias económicas de sus víctimas, y desde donde derivaban ese dinero a otras a cuentas con las que blanqueaban el capital.

Tras dictar la autoridad judicial en España, las tres personas que eran titulares de las cuentas españolas con las que operaban, fueron localizados y detenidos por las fuerzas policiales de Rumanía, procediéndose a su extradición a España para ponerlos a disposición judicial, que decretó su ingreso en prisión provisional y sin fianza, en el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza).

La operación ha sido realizada por el Equipo de investigación Tecnológica (EDITE) de la unidad orgánica de Policía Judicial Guardia Civil Zaragoza y ha contado con la colaboración de Europol y Eurojust, así como con las fuerzas policiales de Rumanía que hicieron posible los tres arrestos, gracias a la orden de detención europea emitida desde España.