Se cortaron las calles de La Merced y Casimiro Velasco y los agentes estuvieron conectados por radio durante todo el trayecto. El Ayuntamiento organizó todo este despliegue debido a las demandas de los padres, que alegaban que ya que la única opción era celebrar el recreo en el Cabrales, que al menos el traslado se hiciera con todas las garantías.
«A nadie le molesta un exceso de seguridad si se trata de su hijo», indica Paloma Pando, de la AMPA. Cree que toda la operación fue un éxito porque los niños se tomaron el paseo «como un juego»
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