La carrera demócrata a la Casa Blanca llega a su día decisivo: las claves del 'supermartes'

  • En esta jornada se repartirán un tercio de todos los apoyos necesarios para lograr la candidatura a la presidencia
  • Tras las retiradas de Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, se espera un cara a cara entre Bernie Sanders y Joe Biden.
  • ​El multimillonario exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg, que ha inundado de dinero la campaña, es la incógnita.
Los precandidatos demócratas a la Casa Blanca Bernie Sanders, Joe Biden, Elizabeth Warren y Michael Bloomberg.
Los precandidatos demócratas a la Casa Blanca Bernie Sanders, Joe Biden, Elizabeth Warren y Michael Bloomberg.
EFE
Los precandidatos demócratas a la Casa Blanca Bernie Sanders, Joe Biden, Elizabeth Warren y Michael Bloomberg.

Las primarias del Partido Demócrata en EE UU han llegado a su primer momento decisivo con el llamado supermartes, una jornada en la que, con elecciones en 14 estados, se repartirán un tercio del total de apoyos necesarios para lograr la candidatura a la Casa Blanca.

Los primeros asaltos celebrados en Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur han servido para ir despejando la inicialmente superpoblada candidatura demócrata, y ahora, especialmente tras las renuncias de Pete Buttigieg (el domingo) y Amy Klobuchar (este lunes), el izquierdista Bernie Sanders intentará consolidar su liderato y el centrista Joe Biden tratará de apuntalarse como única alternativa, en lo que se prevé como un cara a cara entre ambos precandidatos. 

El multimillonario exalcade de Nueva York Michael Bloomber, que ha inundado la campaña de dinero, es la incógnita del día, mientras que la senadora por Masachussetts Elizabeth Warren, que en principio parte con pocas posibilidades, no ha tirado todavía la toalla.

¿Por qué es tan importante el 'supermartes'?

El supermartes ha sido siempre una fecha crucial para consolidar o derrumbar campañas, así como para aportar claridad al rumbo de las primarias, ya que en esta mega jornada electoral se reparten el 34% de los apoyos necesarios para conseguir la candidatura a la presidencia. Están en juego un total de 1.357 delegados de los 1.991 que garantizan la nominación final.

Este año, la jornada ha cobrado todavía más peso al incluir entre los estados donde se va a votar a California (415 delegados), el territorio más poblado del país, y de fuerte mayoría demócrata.

¿En qué estados se vota?

En total se votará en 14 estados y un territorio. Además de en California, se celebrarán primarias en otros estados muy importantes por su población y peso en las elecciones generales de noviembre, incluyendo Texas (el segundo con más representación, con 228 delegados), Colorado, Carolina del Norte y Virginia, además de en Alabama, Arkansas, Maine, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y el territorio de la Samoa Estadounidense.

¿Cómo se reparten los delegados?

Los aspirantes presidenciales deben obtener un mínimo del 15% de los apoyos en cada estado para conseguir un delegado. Los delegados son los representantes de los votantes que apoyarán a los precandidatos en la convención demócrata, en la que se designará quién será el, o la, rival de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre. La convención se celebrará en Milwaukee, Wisconsin, del 13 al 16 de julio.

¿Cómo llegan los precandidatos?

Tras las elecciones y caucus de Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur, Sanders cuenta con 60 delegados, seguido por Biden, con 53, y Warren, con 8. Buttigieg, que había conseguido 26, se ha retirado de la carrera a la Casa Blanca, al igual que Klobuchar, que contaba con 7.

Las encuestas dan a Sanders como favorito en al menos ocho de los estados donde se vota este martes, incluidos los grandes premios de California y Texas, además de en otros importantes del oeste como Colorado y Utah.

De acuerdo con datos recabados por RealClearPolitics a partir de decenas de sondeos, Sanders es el candidato preferido de los encuestados, con diez puntos de diferencia sobre Biden. Bloomberg (que no ha entrado en liza hasta ahora, ya que decidió jugárselo todo en este supermartes) y Warren quedarían, empatados, a cierta distancia de los dos primeros.

No obstante, las retiradas de Buttigieg y Klobuchar han supuesto un espaldarazo para Biden, al unir ahora en el ex vicepresidente el voto moderado que en principio representaban los tres, frente a la opción más radical de Sanders. De hecho, tanto Klobuchar como Buttigieg anunciaron este lunes su respaldo a Biden, con lo que el exvicepresidente apostará por aglutinar al ala centrista del partido. En las últimas horas, Biden ha recibido una auténtica lluvia de apoyos de importantes figuras demócratas.

¿Qué opciones tiene Michael Bloomberg?

El exalcalde de Nueva York puede restar votos a Biden, dado que, al igual que el ex vicepresidente, transmite un mensaje de pragmatismo y de enorme capacidad de financiación, en contraposición con los "ideales poco realistas" que atribuyen a Sanders sus rivales.

De hecho, Bloomberg se ha ofrecido a gastar hasta 1.000 millones de dólares de su fortuna personal para contribuir a la derrota de Trump, incluso si finalmente no es él el candidato demócrata.

En un acto en Virginia este lunes, Bloomberg remarcó que su objetivo es ganar la nominación. "Estoy aquí para lograr la victoria. Vamos a salir y vamos a derrotarle", aseguró, en referencia a Trump.

¿Qué está en juego en el Partido Demócrata?

El Partido Demócrata afronta las elecciones de noviembre dividido entre tres grandes corrientes, y este supermartes puede empezar a definir cuál de ellas marcará su futuro. 

La alternativa liderada por Bernie Sanders, el senador por Vermont autoproclamado socialdemócrata, prácticamente un "renegado" en su propio partido, y visto por sus oponentes como demasiado izquierdista para los estándares estadounidenses, es, en realidad, un movimiento social, como lo fue, en el otro extremo, el que llevó a Trump a la Casa Blanca. Bernie, como le llaman sus seguidores, tiene el respaldo mayoritario de los jóvenes y el impulso de una auténtica maquinaria en las redes sociales.

Por su parte, Joe Biden representa a las élites del partido y cuenta con el apoyo del aparato demócrata, amparado en su imagen de estadista y en su experiencia como vicepresidente de Barack Obama. Es, al igual que, en cierto modo, Michael Bloomberg, el candidato de la conservación del modelo 'centrista' y poco rupturista instaurado por Bill Clinton, renovado -con su sello personal- por el propio Obama, e intentado mantener -sin éxito- por Hillary Clinton.

La tercera corriente es la de los que apuestan por una renovación, pero desde la moderación, y a ella pertenecerían el exalcade de South Bend Pete Buttigieg (ya retirado, pero a quien estas primarias le han dado una relevancia que podrá aprovechar en el futuro), la senadora por Minesota Amy Klobuchar y, aunque algo más a la izquierda, Elizabeth Warren.

¿Qué puede ocurrir a partir de ahora?

Los analistas políticos ven, básicamente, dos escenarios posibles después de este supermartes: un ascenso imparable de Sanders hacia la candidatura demócrata si logra un triunfo decisivo y consigue mantener el impulso en las semanas siguientes, o un resultado más repartido.

Esa segunda opción podría aumentar las opciones de que ninguno de los aspirantes logre la cifra mágica de 1.991 delegados -del total de 3.979 en juego- que se necesitan para asegurarse la candidatura demócrata, con lo que se llegaría a una "convención rota", en la que el candidato dependería de las luchas internas del partido.

¿Quién tiene más posibilidades de derrotar a Trump?

Gane quien gane la nominación demócrata, lo tendrá muy difícil en noviembre. Pocas veces en la historia de EE UU se ha producido la derrota de un mandatario en una reválida al cargo, y Trump, que mantiene irreductible su base del 30% de votantes y cuenta ahora con el pleno respaldo del Partido Republicano, parte, en principio, con ventaja. De momento ya se está encargando de minar a los contendientes demócratas, a base de apodos e insultos en las redes sociales ("mini Mike", "Joe el dormilón", "Bernie el loco"...).

La opción pragmática para los demócratas sería la de escoger a un candidato capaz de derrotar al presidente con seguridad en dos o tres estados clave, y garantizar así la victoria en el colegio electoral. Hace unos años, Biden podría haber sido ese candidato, pero actualmente los demócratas distan de ser un frente unido.

Las nuevas juventudes del partido parecen cansadas de lo que consideran una cúpula monolítica, alejada de las nuevas generaciones de estadounidenses, y figuras como Alexandra Ocasio-Cortez ya han declarado su apoyo a Sanders, quien supondría, además, un arma diferente a la que supuso el statu quo de Hillary Clinton (encarnado ahora por Biden), a la hora de enfrentarse a Trump.

Otros temen, no obstante, que una victoria del senador por Vermont espante a muchos votantes demócratas moderados que consideran a Sanders demasiado extremista, minando así las posibilidades de acabar con el mandato del magnate neoyorquino. 

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