El área de Mantenimiento comenzó a instalar en diciembre de 2007 las nuevas papeleras caninas para reducir la presencia de excrementos en el suelo y mejorar la limpieza de las calles.

Desde entonces, y aunque sea muy «difícil contabilizar los resultados», los operarios calculan que el número de heces animales en la vía pública se ha reducido entre un 25% y un 30% , afirman fuentes del servicio municipal.

Sin embargo, «los últimos acontecimientos no ayudan», pese a existir una brigada que vigila el mobiliario urbano, comenta el concejal de Mantenimiento, Vicente Aguilera.

Y es que los vándalos han encontrado una nueva forma de divertirse en la ciudad. Ahora la han emprendido contra las papeleras instaladas para incentivar la recogida de los excrementos.

De hecho, la empresa concesionaria del servicio municipal de limpieza (Inagra) se ve obligada a reponer de media el cepillo y el recogedor de diez pipican al día, ya que desaparecen «de la noche a la mañana».

No obstante, «seguiremos poniendo más papeleras allí donde nos lo soliciten», añade el edil. En total hay instalados 317 contenedores específicos en diferentes calles y plazas de la ciudad, 248 de ellos con cepillo y recogedor.

10.000 bolsas mensuales

El servicio de limpieza ha implantado en los últimos meses un nuevo modelo de pipican. Se trata de una papelera ornamental (de color gris) que lleva incorporado un dispensador de bolsas para recoger del suelo las heces de nuestras mascotas.

Éstas están sustituyendo progresivamente a los contenedores antiguos de 120 litros. Inagra repone de media 10.000 bolsas cada mes, una cantidad que, según calculan, se verá incrementada en los últimos meses porque «cada vez hay más demanda» por parte de los ciudadanos.

Además, los continuos robos de los cepillos y recogedores hace que sean «más prácticos, más duraderos y rentables los otros contenedores». Por su parte, Mantenimiento pide la colaboración ciudadana para frenar los hurtos.