The Spinto Band – Moonwik
Así son las glorias (ahí queda eso: un hit para la historia) y las responsabilidades (que no miserias) después de ser los padres de la criatura de una canción tan demoledora como Oh Mandy. Porque la labor de rastreo por esta nueva entrega no da resultados positivos (ésa debería ser una buena noticia) a la búsqueda de una secuela del gran éxito que todavía sigue agitando las pistas pop (lo más cercano y afluente podría ser The carnival).
Pero la fórmula, a las alturas de su sexto disco, sí que sigue intacta (rockeros, claro, abstenerse ante el riesgo de demasiado azúcar y es que, no en vano, a algo parecido a esto le llamaron sonido chicle en sus tiempos): busca el estribillo preciso y la melodía adecuada (como si empezaras caminando a través de la senda Beach Boys y te torcieras mirando a Talking Heads). Hay temas de sencillo inmediato como Summer grof y el perfecto remate que es The black flag (no lo han elegido como último corte por casualidad).
The Kabeedies – Ten animals I slamin a net
Por culpa de este sello nos estamos enterando de que en Norwich (UK) existe una rica escena. Tienen chica al frente, Katie, y se mueven en ese terreno de pop guitarrero tan cerca de Cramps como de B-52. Para muestra, el infeccioso y adictivo Palindromes. Han tocado en Glastonbury.
Conor Oberst – Conor Oberst
La etiqueta de garantía (Bright Eyes) queda aparcada y recupera su nombre propio, aunque no esté unido a éxito. Vuelve, más de una década después, tiñendo sus canciones del lado más básico, folkie y songwriter. I don’t want to die y Milk thistle son un claro ejemplo.
Emiliana Torrini – Me and Armini
La sombra de Björk está cerca por culpa de El señor de los anillos (brillante sustitución) y el origen (islandés). Sobrada en recursos, juguetea con la voz como le viene en gana. Ni la canción del título ni el loureediano Big jumps; la joya escondida es Hold heart..
Human cycle – Lead the way
Quitas a The Gift y las incursiones en el Festival Contempopránea y es difícil enterarse de lo que pasa en el territorio indie de Portugal. Esta banda ya anda por su tercera entrega y permite que las guitarras y cierta querencia soul se lleven bien. Porta dos segredos apunta a hit.
Shelleyan Orphan – We have everything we need
El retorno llega ¡16! años después. Caroline y Jem vuelven de la oscuridad (telonearon a The Cure otrora) y publican una caja con toda su discografía. Siguen tan románticos y sensibles como siempre, aunque a veces se les escape algún desconcertante aire country.
Northern Portrait – Napoleon Sweetheart
Un trío danés, capitaneado por Stefan, que ama tanto a The Smiths (empezando por This charming man) que hasta sus portadas (dos EP) no esconden el homenaje. Empezaron versionando a Cliff Richard y hoy Morrisey podría robarles I give you two senconds to entertain me.
Jenny Lewis – Acid Tongue
Es fruto del crecimiento, de lo que se veía venir en Rilo Kiley, de la clase que había dado la acompañante de Postal Service. En su segundo disco ya no caben más estrellas (Costello, M. Ward, Chris Black Crowes, Dave B. Sparks). Pretty bird es soberbia.
Peter, Bjorn and John – Seaside rock
Sorpresa. Lo tiene crudo quien busque aquí el relevo de Young folks. La apuesta a las alturas de este cuarto álbum del trío sueco es por las piezas instrumentales, sazonadas con alguna que otra vocecilla corista tímida. School of kraut se dibuja como favorita.
Vilma y los señores – Turbulencias
Ricardo Moreno (de Monaguillosh a Ronaldos e incluso Mastretta y Fangoria) estrena proyecto. A su lado, un músico como David Gwynn y la debutante (todo queda en casa) Gema-Vilma. El resultado son emocionantes canciones entre las que destaca Llegaste al final.
www.myspace.com/vilmaylossenores
Espaldamaceta – Madera y poca luz
La distancia corta es la que dicta sentencia. Y este nuevo cantautor apenas se arma de voz y guitarra. Así ha llegado a ser colega del Chico-Espina o Raúl Refree. Intimismo y sinceridad cuadran a la perfección en el universo del autor de delicias como Hay gente que.
Les très bien ensemble - Rougeole
El disco de la madurez. Si alguien pensaba que los barceloneses se quedaban en el pop sencillo en francés (Suzette está sublime), va a abrir la boca de admiración ante el crecimiento en profundidad de Rougeole. Sahara es el sencillo, pero hay cumbres como Respire o Prière.
Lonely Joe – Un toque de Lonely
Apabulla el envoltorio (vinilo con CD dentro para que elija el consumidor) y, en el interior, nueve ramalazos de soledad (dime cómo te llamas...) que riman con otras tantas canciones escogidas para leerlas a su aire. Difícil elegir, pero me quedo con el toque Ciccione.
Grupo de expertos solynieve – Antiguo y nuevo
Mientras llega un segundo álbum, la espera se lleva mejor con otro EP que supera con creces lo ofrecido en la anterior entrega en formato corto. De entrada, un tema que es curioso que coloquen como tímido cuarto corte cuando es el éxito de las últimas actuaciones festivaleras de esta banda paralela de Jota Planetas. La reina de Inglaterra pasa por ser la canción con más pegada de su aún corta vida. Pero, además, bien repartidas las autorías con Ferrón (el otro jefe) equilibran Con quien yo he sido con No vuelvo a quedar contigo. La versión elegida tiene el toque country-rock del añorado Gram Parsons. Este Hickory wind ya lo medio leyeron a su aire antes Los Secretos.
The Tartans – Cats of Camerford
Sexta referencia de un flamante nuevo sello de Oxnard. Formato de sencillo de vinilo de tres canciones. Como en los viejos tiempos. Un cuarteto de Los Ángeles con sabor a Orange Juice y Camera Obscura, aunque Go Betweens no les pillan lejos. Esa trompeta invitada que acompaña en la parte final del tema estelar remata una de las mejores canciones del año.
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