Una asignatura con mucha polémica, ¿o no?

  • Educación para la Ciudadanía se desarrolla con normalidad en los centros.
  • Los alumnos tienen curiosidad y libros muy variopintos.
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Con normalidad. Así ha comenzado a impartirse la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía en los colegios de la ciudad. «Es una asignatura más  y la polémica no ha llegado a las aulas», reconoce la profesora de esta materia en el Nuñez de Arce, Ana Sanz.

Polémica no, pero curiosidad, mucha. «El primer día  de clase me preguntaron que qué íbamos a dar. En 2º de ESO los estudiantes no tienen una capacidad de reflexión tan grande como para entender la problemática, pero saben que algo pasa con esa materia», añadió Sanz.

Aún así, de los dos objetores que tiene registrados este centro ninguno ha dejado de asistir a clase. «Ni siquiera me lo han comentado», añadió la docente, quien reconoce que el objetivo de la asignatura es que los menores «estén formados sobre lo que sucede a su alrededor».

«Hay que tener confianza en la profesionalidad del que da la clase porque la doctrina se puede impartir en esta asignatura y en cualquiera. Desconfiar del profesor es algo muy grave», añadió la directora del centro, Sacramento Portero.

Los encargados de impartir esta materia son los del área de Filosofía, Historia u Orientación, aunque hay colegios concertados donde la da el cura.

Dejando a un lado la labor del profesor, los estudiantes recibirán formación muy diferente en función del libro de texto escogido por el centro. «Los hay que no introducen ninguna doctrina y también los que sí la tienen, tanto para la izquierda como para la derecha», reconoció Portero.

Estas diferencias las pone de manifiesto un estudio de la publicación Cuadernos de pedagogía en la que analiza los volúmenes de siete editoriales diferentes.

En Valladolid las que más se utilizan son Anaya, SM y Pearson Alhambra, aunque también hay algunos, como el Alcazarén, que piden a sus alumnos que compren el de Casals.

Comparativa de los libros de texto

Anaya. Idealizan la familia tradicional, afirman que algunas desigualdades sociales están justificadas y que la culpa de la pobreza es de los propios países pobres por su «aislamiento».

Casals. La más criticada. Sólo reconoce como familia la formada por una mujer y un hombre. Afirma que las opiniones de los creyentes están menospreciadas en la sociedad y no reconoce el atentado del 11-M en Madrid como terrorismo internacional. Tiene una clara posición por el cristianismo.

Editex. Peca de un exceso de visión cristiana en sus textos, lo que se define como «adoctrinamiento» por parte del estudio.

Pearson Alambra. Buenas críticas. Destaca que incluye un ejemplo de una familia formada por dos madres y una hija.

SM. Omite las formas de familia formadas por homosexuales y da una visión muy negativa de los divorcios y separaciones. Como la mayoría, omite a Franco al hablar de dictaduras.

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