El Gobierno hablará “de todo” en la Mesa y ERC renuncia a “imponer" la autodeterminación sin el 50% de apoyo

  • Defiende la ley, “que nos dice cómo se puede cambiar para hacer algo que dice que no se puede hacer” .
  • La vicepresidenta evita responder a PP si el Gobierno promoverá ilegalizar consultas como el 1-O.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, este miércoles en el Congreso.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, este miércoles en el Congreso.
Efe
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, este miércoles en el Congreso.

Al menos ante de entrar en materia cuando eche a andar la Mesa de diálogo sobre Cataluña, algunas de las partes que la compondrán han alcanzado este miércoles algunos consensos en cuestiones básicas. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha asegurado que en la Mesa entre gobiernos se hablará “de todo” mientras que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha reconocido que con menos del 50% el apoyo no se puede “imponer” la autodeterminación. Este diálogo ha ocurrido en la comisión Constitucional de la Cámara baja y ambos han celebrado los puntos de partida del otro.

“Tendremos que hablar todos con todos y de todo”, ha dicho Calvo, que después ha reiterado que “a algunos les cuesta trabajo entender cuando decimos que se puede hablar de todo, no se puede hacer todo pero se puede hablar de todo, porque esa es la esencia de la democracia”. Sin embargo, también ha apuntado que “hay cosas que están el orden de prioridades, en un calendario, y otras no son asumibles o lo son para un partido y no para otro”.

“Entendemos que con el 50% de la población en contra tampoco se puede imponer una autodeterminación”, ha dicho por su parte Rufián, que a pesar de ello ha advertido a la vicepresidenta que “nosotros no vamos a desaparecer” en alusión a los “dos millones que votan de forma a veces heroica como el 1-O”. En reconocimiento a la postura no independentista, Rufián ha admitido también que “los que votan una opción política distinta tampoco” desaparecerán.

Calvo se refería así a lo que espera el Gobierno de la Mesa de diálogo que se constituirá este mes de febrero y cuya sesión inaugural presidirán el presidente, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra. A ellos se sumarán otro miembros de ambos gobiernos, de los que solo se conoce los nombres del vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, y del vicepresidente catalán, Pere Aragonés, de ERC. Así pues, queda asegurada la presencia en la Mesa de los cuatro partidos presentes en algunas de las dos coaliciones de los gobiernos central y catalán.

Según ha dicho la vicepresidenta, el Gobierno afronta este diálogo con “realismo” y “prudencia” y sabiendo que lo que “tenemos por delante puede ser fácil pero también mucho más complicado”. “Vamos con la mejor de las intenciones pero también estamos preparados para lo peor”, ha señado Rufián por su parte, que ha dicho que en ERC son “los campeones de la decepción respecto al Estado y al PSOE”.

Líneas rojas y base social

En este escenario, Rufián ha apostado este miércoles por una Mesa de diálogo “sin líneas rojas” y ahí se ha “quedado” con la afirmación de Calvo de que se podrá hablar “de todo”. “Vamos con la defensa de esas ideas [de autodeterminación] de manera cívica y pacífica y no le pedimos a nadie que deje de ser como es. Lo único que pedimos es que nos dejen ser como somos”.

Si al portavoz de ERC le ha gustado la disposición del Gobierno de hablar de todo, al Gobierno le ha gustado que haya admitido que con un apoyo menor del 50% no se puede pretender la independencia. “Está bien que diga que no tienen base social para lo que pretenden”, ha dicho Calvo, que ha alabado la “honestidad política”.

Ante la Mesa de diálogo, la vicepresidenta se ha aferrado al cumplimiento de las leyes que no solo “son la que nos dicen si puedes hacer o no”, también “abren la puerta” sobre “cómo se pueden cambiar para hacer algo que la ley dice que no se puede hacer”.

Sobre leyes, en concreto el Codigo Penal, también le ha preguntado a Calvo en el PP, aunque la vicepresidenta se ha explayado mucho menos. La diputada popular Edurne Uriarte le ha pedido que concrete si el Gobierno está dispuesto a cumplir lo que Pedro Sánchez prometió en campaña, ilegalizar consultas como la del 1-O.

Calvo no ha contestado en ninguno de sus turnos de palabra, quizá en el nuevo escenario que, de nuevo, ha celebrado Rufián, en su caso en alusión al abandono por parte de Sánchez de su sugerencia también en campaña de que el Gobierno controla la Fiscalía. “Este tipo de cosas no ayudaban, por lo que sea han cambiado, en política no existe la posibilidad de la estima pero sí de las circunstancias y el contexto”.

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