El Euroarlamento ha aprobado este miércoles una resolución sobre los desafíos derivados del rápido desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y la toma automatizada de decisiones, con especial énfasis en la protección de los consumidores. La Cámara ha adoptado esta decisión al considerar que la Unión Europea (UE) debe garantizar los derechos de los ciudadanos también en este ámbito.

10 profesiones que pueden desaparecer en los próximos años por el avance tecnológico

Los eurodiputados valoran el potencial innovador de las decisiones automatizadas y los nuevos servicios que posibilitan -como los asistentes virtuales y los chatbots-, pero inciden en la necesidad de blindar la protección de los usuarios. Subrayan que, al interactuar con ellos, los consumidores deben recibir información sobre su funcionamiento, la posibilidad de contactar con una persona y sobre cómo verificar y corregir las decisiones del sistema.

Comienza así la regulación de la inteligencia artificial en la Unión con el objetivo de alcanzar un enfoque común en los Estados miembros y un plan de evaluación de los riesgos asociados a la IA. Con esta resolución, los eurodiputados piden a la Comisión que presente propuestas para adaptar las normas comunitarias.

La resolución, aprobada a mano alzada, se transmitirá al Consejo de la UE y a la Comisión, para que tengan en cuenta el punto de vista de los diputados en lo relativo a la inteligencia artificial. La CE prevé presentar su estrategia para un enfoque europeo de la IA el próximo 19 de febrero.

Pagazaurtundua, en contra de la "brecha digital"

La eurodiputada de Cs -partido integrado en el grupo parlamentario Renew Europe- y vicepresidenta primera de la Comisión de Libertades Civiles, Maite Pagazaurtundua, ha hecho especial hincapié en la necesidad de respetar los derechos fundamentales en relación con la inteligencia artificial. "Las instituciones deben evitar el 'gap digital' y velar por asegurar la accesibilidad a la Administración pública y los servicios de todos los ciudadanos, en especial aquellos con discapacidad o con mayor vulnerabilidad", recalca Pagazaurtundua.

En su opinión, es importante "evitar la exclusión y la discriminación de personas que no pueden o no son capaces de dominar el ritmo de la tecnología", con el objetivo de evitar extralimitaciones y abusos. La finalidad es disfrutar de los beneficios de la inteligencia artificial con unas bases éticas y democráticas y que las administraciones se comprometan a que nadie quede descolgado a causa de la IA.

Fue precisamente el grupo Renew Europe el primero en presentar una propuesta política sobre la inteligencia artifical en la UE para "aportar el máximo beneficio para los ciudadanos, a la vez que se protegen todos los derechos fundamentales", según explica Cs.