“El alcalde más interesante del que has oído hablar”. Así lo definió The Washington Post en 2014, dos años después de que Pete Buttigieg, que lidera los primeros resultados del caucus del Partido Demócrata en Iowa, comenzara su carrera política como alcalde de South Bend (Indiana, EE UU), donde nació el 19 de enero de 1982.

Buttigieg ha sabido convertir una de sus debilidades en una fortaleza: su inexperiencia política. No ha pasado ni por el Senado ni por la Cámara de Representantes. De alzarse con la victoria en las primarias de su partido y ganar a Donald Trump, a sus 38 años se convertiría en el presidente más joven en ocupar el cargo y el primero millennial y homosexual.

Buttigieg lidera los primeros resultados de las primarias demócratas en Iowa con una corta ventaja sobre Sanders

"Cada vez que mi partido ha llegado a la Casa Blanca en los últimos 50 años, lo ha hecho gracias a un candidato nuevo en la política nacional, centrado en el futuro, no moldeado por el estilo de vida de Washington y allanando el camino para una nueva generación", aseguró en un acto en Waterloo (Iowa).

Además le dedicó a los que trataban de desacreditarle por ser demasiado joven las siguientes palabras en un debate en la CNN: "Tengo más años de experiencia de Gobierno que el presidente o que el vicepresidente y más experiencia militar que cualquier otro que haya intentado [llegar a la Casa Blanca] desde George Bush [padre]".

'Mayor Pete', como le conocen por lo difícil que resulta pronunciar su apellido, se graduó en Harvard y obtuvo la beca Rhodes, con la que estudió filosofía, política y economía en Oxford. También habla ocho idiomas: inglés, noruego, castellano, italiano, maltés, árabe, farsi darí y francés. Buttigieg, además, es un militar retirado, ya que se alistó como voluntario en la Armada y sirvió durante siete meses (entre febrero y septiembre de 2014) en Afganistán desempeñando tareas alejadas de la contienda.

EFE

Es abiertamente gay desde 2015, cuando decidió hacerlo público al final de su primera legislatura como alcalde escribiendo un ensayo para un medio local, y está casado desde 2018 con Chasten Glezman, un maestro de secundaria, aunque ha querido destacar durante su campaña su afán por la fe cristiana.

Pete Buttigieg tiene en su excelente oratoria una de sus mayores armas, y con sus discursos recuerda al expresidente Barack Obama, de cuya campaña fue voluntario. A pesar de que ha mostrado algunas posiciones progresistas, también ha presentado otras propuestas más moderadas relacionadas con la reforma de la sanidad, la educación, el sistema laboral y los impuestos, lo que podría hacer que ganase el voto centrista. También enloquece a los jóvenes, a quien convence con su concienciación sobre la lucha contra el cambio climático, aunque su punto más débil es sin duda el electorado negro, clave para los demócratas.

“No me presento porque quiera ocupar el cargo sino porque creo que su sentido no es la glorificación del presidente sino personificar la unidad del pueblo americano”, reivindicó rotundo en su alegato final, consiguiendo el apoyo de muchos norteamericanos cansados del egocentrismo de Donald Trump y demostrando que su prioridad es la ciudadanía.