Pese al peligro que supone tener a los menores en plena calle y sin más vigilancia que la de sus profesores, tanto los padres como la dirección del centro creen que esta alternativa es mejor que celebrar las clases en el patio del colegio, bajo las grúas que rehabilitan el edificio de al lado, la Cátedra Jovellanos. «Seguiremos saliendo mientras no tengamos una carpa cubierta», dice Mario Suárez, director del colegio.

Sin sitio para la carpa

El Ayuntamiento asegura que es imposible montar una carpa en Tomás y Valiente para que se celebren allí los recreos o clases de Educación Física porque antes de enero comenzarán las obras para construir el parking subterráneo de la plaza del Parchís y los obreros ocuparán esa calle.

La dirección y los padres sugirieron trasladarse al Paseo de Begoña, un lugar con espacio de sobra para montar una carpa, pero el consistorio también lo desestimó porque esa zona estará ocupada durante el Festival de Cine de Gijón.

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